Todo nació como una ilusión, un gran formato que dio a un gran cantante. Una gran voz que todos conocimos de pequeños. Hoy tuve que subir de nuevo a las estrellas de Starlite Marbella para aliarme con una de las mejores voces de nuestro país, Antonio José. Muchos piensan que este chico nació tras proclamarse ganador de La Voz España, pero no, no es así. Este cordobés ya tenía una trayectoria profesional internacional que fue quién le hizo ser quién es, hoy mismo.
Hace 15 primaveras vimos nacer al chico atrevido, gamberro y canalla que era Antonio José. Su canción Te traigo flores nos representó a España en el festival de Eurovision Junior y quedó en segunda posición, haciendo crecer profesionalmente al artista que llevaba dentro y que hoy, quince años más tarde, me ha dejado con la boca abierta.
Muchos son los vínculos que me unen con el artista pero, sin ninguna duda, hoy me ha ganado por completo. Hace años debatíamos si formar parte de su equipo artístico y hoy me siento a escribir estas palabras sobre una de las veladas más emotivas de las noches de Starlite. Tras dos años sin subir a un escenario, el artista con los ojos vidriosos ha comenzado el concierto, sin tartamudeos ni silencios que inquietan. Ha ido a emocionar para hacernos vibrar cada milímetro de nosotros, solo como él sabe hacerlo.
Repertorio antiguo y nuevo, canciones de siempre y de ahora. Todo. No ha querido dejarse nada -aunque echaremos de menos, siempre, su versión acústica de Te traigo flores- Esta noche has brillado. Nos hemos quedado contigo para recorrer cada milímetro de ti, decirte que me equivoqué porque tu me obligaste a quererte sin pedir nada a cambio pero hemos andado perdidos en la noche, bajo un manto de estrellas que iluminabas solo con tu voz. Así se definiría la noche mágica de Antonio José.
Hubo grandes momentos que nos acompañaron durante la velada y fueron, sin ninguna duda, donde el sentimiento y el corazón hablaba en primera persona. Donde las palabras se convertían en sonidos enriquecedores para los sentidos y los mismos gritaban pidiendo salir. Donde su voz hacía desaparecer cualquier problema y te hacía cómplice de su talento. Un enclave único, un concierto íntimo, una situación muy complicada y una sonrisa bajo una mascarilla que creaba un recuerdo inolvidable. Bajo una gran luna llena que iluminó la banda sonora del martes 4 de agosto de un año imperfecto, llenaba el auditorio de Starlite Marbella, Antonio José, la joya oculta de Andalucía.