El diseñador Francis Montesinos cerró la primera jornada de la esperada Madrid Fashion Week 2016 con una inspiradora mezcla de nuestro pasado más reciente, en un intento de revisar la historia de la moda española y rendir homenaje a los artistas y creadores que hasta ahora han sido no sólo su fuente de inspiración sino que también sus referentes.
Transgresor y provocativo, recurre a las transparencias mediante encajes, tules y paños y lanas que se abrazan al cuerpo de las modelos en un intento de sensualidad pero también de devolvernos –a pocas semanas de la primavera- la calidez de los tonos que predominan cuando el otoño y la caída de las hojas llegan. Además, juega con la mezcla de materiales como la piel y el metal generando vistosos apliques que adornan y dan simetría a los diseños. Eso sí, la seda es el tejido indiscutible de este esperado desfile. Sedas en todas sus versiones; coloridas y estampadas se inspiran en la iconografía católica usando tonos burdeos y oscuros en los fondos, mientras que el oro resalta sobre esta base plana.
En cuanto al estilo, predominan la amplitud de las prendas confeccionadas devolviéndonos los hombros marcados de tipo sastre y un marcado carácter oversize que recuerda a la época de máximo esplendor de la moda española. De Manuel Piña, Montesinos rescata el punto a mano en vestidos con flecos en bajos y mangas; de Jesús del Pozo toma los volúmenes y el uso y mezcla de texturas como el terciopelo, el raso y el Jacquard. Así, si de Elio Berhanyer alaba la destreza con la que crea uniformes de cortes especialmente modernos, de Paco Rabanne admira la habilidad con la que crea diseños a base de metales. También, rescata la feminidad que visten las prendas de Manuel Pertegaz y la exquisitez de la costura de Cristóbal Balenciaga. Toda una mezcla de estilos que provocada admiración por parte de sus compañeros de profesión pero también entre los amantes de la moda.
Un desfile que fue abierto con un dúo de bailarines cuyos tacones aún resuenan en nuestros oídos, pero sobre todo fue un desfile que nos devolvió parte de nuestra historia y nos dejó mucha fantasía. Como siempre, un placer Francis Montesinos.