Cerrar un ciclo siempre es complicado, y más si has vivido experiencias muy intensas, durante mucho tiempo. Con una persona a la que querías mucho y lo ha sido todo para ti durante ese tiempo. Pero no te preocupes, después de la tormenta siempre llega la calma y hoy vamos a repasar las mejores claves para sobrellevar mejor una ruptura. Amiga, nadie ha muerto de desamor todavía, y tú no vas a ser menos.
Buscar red de apoyo
El primer consejo es el más importante, no pases por esto en soledad. En todo proceso de ruptura y de duelo necesitas a gente que te apoye, te escuche y te acompañe. Familiares, amigos, profesionales… busca gente de confianza y expresa todo lo que sientes. Ni te van a juzgar ni te van a ver débil por dejarte ayudar. Recuérdalo siempre, tu red de apoyo te quiere y siempre van a estar allí para lo que necesites.
Llora y vuelve a llorar
Si algo aprendimos de la película Inside Out, es que la tristeza ayuda a tranquilizar la mente. Desahógate, grita, saca todo el dolor, compártelo con los demás. Llora hasta que no te queden más lágrimas que sacar. Una ruptura es un proceso de duelo, y esta es una de las primeras etapas. Si no le das importancia a lo que sientes, si no dejas sacar las lágrimas por miedo a sentirte débil, no podrás avanzar a los siguientes pasos.
Mantente ocupado y realiza cambios significativos
Cada persona es un mundo, y cada una sobrelleva el duelo de una forma. Hay personas que sienten mucha rabia y necesitan deshacerse de todo, otras en cambio van más poco a poco. Es importante conocerse a uno mismo y saber como gestionamos las fases de la ruptura. Si vas poco a poco, puede que no llegues a avanzar y si en cambio más muy deprisa, puede que no llegues a superar del todo las fases.
Lo importante es avanzar, a nuestro ritmo. Mantenerse ocupado y no dejar que el tema te obsesione. Poner distancia a nuestro yo de la relación. Y eso significa tirar, guardar, esconder o donar, todos los objetos materiales acumulados en la relación. Sé consciente de que si los mantienes a la vista pueden hacerte retroceder en la aceptación de la ruptura.
Piensa de forma positiva y en ti
Puede que al principio esto te parezca imposible, pero intenta ver el lado bueno de todas las situaciones. Y sí, incluida la ruptura. De todo lo malo se aprende y con el tiempo verás que romper fue la mejor situación.
Aunque suene egoísta, es el momento también de pensar en ti. Olvídate de la otra persona y piensa sólo en cómo lo estas pasando tú. Un punto muy importante si fuiste tú quien rompiste la relación. Pensar en el otro puede llevarte a sentir remordimientos y a autocastigarte. Si esa fue tu decisión en aquel momento, fue por algo. No lo olvides.
Crea nuevos hábitos y/o recupera viejos pasatiempos
Al hilo con realizar cambios significativos, pueden ser de gran ayuda probar cosas nuevas. Si siempre has tenido el sueño de aprender algo nuevo, esa motivación puede ayudarte a crear nuevos objetivos y mantener la mente ocupada en algo que realmente quieres. O también puedes volver a viejos pasatiempos. Puede ser un buen ejercicio y pensar en retrospectiva. Tratar de volver a disfrutar de las actividades que hacíamos antes de la relación. Una buena forma de volver a reencontrarte contigo misma.
Respeta las decisiones
En un primer momento, mientras seguimos en el proceso de negación puede que ronde por tu mente la idea de recuperar a esa persona y actuar como si nada hubiese pasado. Error. Hay que aceptar las decisiones, tanto tuyas como ajenas. Buscar que esa persona “se enamore de nuevo” puede hacerte mucho daño y también a ella. Hay que ser conscientes de la fina línea entre “recuperar” y “acosar”, y de “amor” con “posesión”. Pasa página, de ilusiones infundadas no puedes vivir.
Practica la tolerancia y la frustración
Una relación (y sobre todo el fin de ella) conlleva el riesgo de sentir malestar. Pero lo que no podemos hacer es culpar a la otra persona y hacerla responsable de todo. Hay que asumir y aceptar el fin de ciclo y el evitarlo solo alargará y agravará esas sensaciones de frustración. Hay que tomar responsabilidad de nuestro propio malestar.
Pero llevarlo al extremo tampoco es conveniente. No te castigues ni culpabilices, eso solo hará que te sientas peor. No hay vuelta atrás, elimina esos “y si…” de tu vocabulario. Actuaste como lo hiciste porque en cada momento creíste que era lo mejor, así que, mira para adelante y continúa con tu vida.
Escribe como te sientes
Si lo que buscas es un método más práctico el escribir como te sientes te ayudará a “sacar esos pensamientos de la mente” y a pasar página, cerrar ese capítulo y seguir con el libro de tu vida. Muchas veces es muy difícil expresar lo que sentimos, por eso el proceso de escritura te ayudará a darle forma a lo que sientes y ordenar las ideas. Lo importante es dar con esas emociones, que a veces no reconocemos si sólo las pensamos.
Puede ser en formato carta de despedida, pudiéndola entregar o no. Aunque guárdala bien, sino quieres que te pase como a Lara Jean en A todos los chicos de los que me enamoré.
Tómate todo el tiempo que necesites
En la sociedad en la que vivimos parece que todo se tiene que hacer en el menor tiempo posible. Pero en tema de desamores y pérdidas, esto es contraproducente. Procesar una pérdida o cierre de ciclo requiere un tiempo, el tiempo que necesites. Hay que darse el tiempo a uno mismo para curarse las heridas. Apresurar las cosas no sirve de nada. Tómatelo con calma y no te impacientes. Y si necesitas notar los avances para no caer en la frustración que hablábamos antes puedes ponerte pequeñas metas u objetivos.
Olvídate de las drogas
Muchas personas buscan la vía de escape fácil para sobrellevar estas situaciones. Es muy tentador evadirte durante unas horas gracias al alcohol y otras drogas. Pero entre tú y yo, esto no funciona y lo único que hace es hacerte sentir peor después y empeorar tu bienestar a la larga.