Joaquín Salvador Lavado, Quino, creador del entrañable personaje de tira de prensa cómica, Mafalda, murió el pasado 29 de septiembre con 88 años de edad. Falleció causa de un accidente cardiovascular en Buenos Aires, ciudad a donde se trasladó tras la muerte de su esposa en 2017.
Quino nació el el 17 de julio de 1932 en Mendoza (Argentina) de padres españoles, concretamente de Fuengirola (Málaga). Emigraron a Argentina en 1919 y Quino vivió en una familia humilde. A los tres años descubrió su pasión por el dibujo gracias a su tío, diseñador gráfico, que usaba el arte como arma de entretenimiento infalible para sus sobrinos. Tanto caló en él esta pasión que con 13 años comenzó a estudiar Bellas Artes. Un año más tarde, Joaquín perdió a su padre.
En el año 1949 comenzó a dedicarse profesionalmente a la creación de viñetas de humor. Cinco años más tarde publicó su primera página y desde ese momento sus creaciones se extendieron por los medios de comunicación de toda Europa y América. Pero, ¿cuándo nació Mafalda? La inolvidable niña revolucionaria vio la luz por primera vez el 24 de septiembre de 1964 en el semanario argentino Primera Plana. Sin embargo, su creación había surgido antes, para un anuncio de electrodomésticos de la empresa Mansfield (de ahí el nombre Mafalda).
Este proyecto nunca llegó a desarrollarse y dos años más tarde Mafalda pudo comenzar a conquistar los corazones de los argentinos y, más tarde de todo el mundo. Tanto es así, que los libros que recopilaban las historias de Mafalda se tradujeron a 30 idiomas y vendieron millones de ejemplares. Quino revelaba con esta niña las preocupaciones de la clase media adulta a través de los ojos de una niña preguntona, inteligente e inconformista.
En 1973 Quino dejó descansar a Mafalda aunque ella sigue presente en la actualidad. Aún así, no paró de crear viñetas, con un humor negro y satírico destinado al público adulto. Muchas de sus tiras fueron publicadas durante los años 90 en el diario El País. En sus últimos años el artista publicaba principalmente en el diario Clarín y dibujó a Mafalda para determinadas campañas solidarias como por ejemplo UNICEF.
Todas estas tiras de humor las fue recopilando en sus libros, Yo no fui, Potentes, prepotentes e impotentes, Quinoterapia, Gente en su sitio, ¡Qué presente impresentable!, La aventura de comer, ¿Quién anda ahí? donde recoge reflexiones de sentimientos y pensamientos colectivos con ese toque de humor ácido que tanto le caracterizaba.
A pesar de que estas publicaciones eran extraordinarias, es difícil competir con la niña de pelo corto y sonrisa entrañable que vive en la memoria de todos sus fans. Mafalda nos ha dejado lecciones, críticas sociales y políticas para la posteridad.