Cuando tienes un queso de calidad, lo primero que te viene a la cabeza es un buen vino, pero ¿qué pasaría si en su lugar eligieras un Té? Sí, té y queso, una combinación que al oído resulta escandalosa es en realidad un gusto y un placer para el paladar, que te permitirá no solo crear nuevas experiencias, sino también degustar nuevos y asombrosos sabores. Esta popular y deliciosa bebida caliente (en todas sus variedades) no tiene nada que envidiarle a los vinos más ricos a la hora de disfrutar de nuestros quesos favoritos. Por ello, Delivinos Urban Gourmet, la tienda referencia en el mercado gourmet de Madrid, presenta las claves para maridar té y queso correctamente para resaltar los sabores de manera excepcional.
Maridar el té con queso no es tan popular como hacerlo con vino y queso, pero es un acoplamiento que va en aumento a medida que tés de mejor calidad llegan al mercado general. Los mejores maridajes de té y queso no sólo realzan ambos sabores… …sino que también sacan nuevos sabores que no estaban presentes antes.
- Ciertos tipos de té son muy ricos en taninos (al igual que el vino) y tienen la misma capacidad de elevar el sabor del queso. A esto además hay que añadir que la temperatura del té despierta matices del queso que con una bebida fría no destacan.
- El té además de ofrecer sabores y sensaciones en boca, tiene la capacidad de aminorar, neutralizar o potenciar los sabores del queso para así crear un equilibrio perfecto. Mientras que el queso puede armonizar la astringencia, dulzor o amargor del té.
- Para crear el maridaje se recomienda en primer lugar oler el té y el queso por separado, después se saborea el queso y se vuelve a oler el té para notar los cambios en el sabor.
- Emparejar «por semejanza» es un principio común cuando se trata de emparejar el vino y el queso, y emparejar el té con el queso no es diferente. Los tés fuertes deben ser combinados con quesos de sabor fuerte, mientras que los tés delicados son más adecuados para los quesos más ligeros y suaves.
- Otra pauta a tener en cuenta es que los tés más dulces (como los que tienen notas frutales o florales) tienden a complementar los quesos más salados, y los tés con alto contenido en taninos se combinan bien con los quesos cremosos. En estos escenarios, la clave es asegurar que los perfiles de sabor estén equilibrados.
- Un emparejamiento correcto de té y queso tiene como resultado el denominado “tercer sabor”, que eleva los sabores de ambos alimentos en el paladar creando una experiencia gastronómica única.
- Lo más importante es recordar que las reglas están para romperse. Experimentar y tener la mente abierta es la clave para descubrir nuevas sensaciones y vivir nuevas experiencias gourmet.