Peter vive en Manchester y tiene dos obsesiones: su trabajo como banquero y la meteorología. Su vida, simple y estándar, se ve alterada cuando recibe, sin previo aviso, la prejubilación. Es entonces cuando decide marchar a Benidorm, donde vive su hermano, sin saber las sorpresas que le deparará la excentricidad de la Costa Blanca. Este es el argumento de ‘Nieva en Benidorm’, la nueva película de Isabel Coixet que invita al espectador a sumergirse en este viaje y descubrir la ternura que albergan las cosas más simples de la vida.
De la mano de Peter y Alex, la fiel compañera que conoce en la ciudad española, descubriremos el contraste entre el retrato de la intensidad de Benidorm y su ambiente frente a una soledad que no hace ruido, pero que está muy presente, y que se lleva mejor compartida. Los fenómenos meteorológicos que tanto fascinan a nuestro protagonista actuarán de hilo conductor del filme, asociando cada etapa del viaje personal de Peter con un parte distinto.
Otra de las grandes estrellas de esta producción es la pureza. La blancura de las perlas y de la nieve simbolizan la claridad y la verdad en una ciudad que, de tanta luz como tiene, está ciega. Por eso los protagonistas prefieren sumergirse en un aislamiento selectivo, en una introspección donde las palabras sobran y las historias se sobrentienden antes de ser contadas. En el dolor callado, la soledad no pronunciada y en la fascinación por descubrir desde la simpleza que los dos personajes, cada uno a su manera, perpetúa es lo que despierta en el espectador una ternura infinita hacia esta historia de oportunidades y amor tan particular.
Sin embargo, ‘Nieva en Benidorm’ no es solo eso. Coixet introduce en el relato elementos cómicos e irónicos, además de una fuerte conexión con la literatura a través de la figura de Sylvia Plath. El thriller tiene un papel no menos importante en esta historia, pues si bien no es lo más reseñable de ella, es una parte esencial del relato que hace que entre tantas emociones también haya un hueco para la intriga.
La comunión de estos elementos consiguen hacer de esta una historia que mantiene al espectador pegado a la pantalla. La clave no es otra que recurrir, precisamente, a eso que apela: la sencillez. Pues es, precisamente, la facilidad de conexión con la situación del protagonista lo que hace empatizar, y lo interesante del relato lo que mantiene el interés en todo lo que le rodea, para acabar descubriendo que también puede nevar en Benidorm.
Este nuevo trabajo de Isabel Coixet fue el encargado de inaugurar la 65ª edición de la SEMINCI de Valladolid, donde además la directora recibió la Espiga de Honor. ‘Nieva en Benidorm’ llegará a nuestros cines el próximo 13 de noviembre.