Entregas toda tu vida al teatro y el teatro ¿qué te da a cambio? Con esta idea en mente y con unos versos de Hamlet comienza Las Uñas Rojas, la última gran apuesta, original, atrevida y revolucionaria del Teatro Lara que llega a la Sala Lola Membrives mañana viernes 6 de octubre. En Hoy Magazine hemos tenido la oportunidad de hablar con su dramaturgo y único actor, Emilio Gómez. Justo antes de su estreno en el teatro madrileño. Para contarnos algunos de los detalles de este monólogo tan especial, dirigido por Jacinto Bobo y producido por Kendosan Producciones.
¿Cómo nació la idea del monólogo?
Bueno yo soy actor y en un parón laboral que tuve hice un curso de dramaturgia con María Velasco y Alberto Conejero. En ese curso escribí un cuento cortito que se llamaba Las Uñas Rojas. Era una página y poco, pero fascinó a todo el mundo. Y dio la casualidad que un amigo productor también fue al mismo curso y me insistió durante años que por favor alargara esa mini historia. Que lo convirtiera en un monólogo que él lo producía. Esto pasó hace cinco años, ¡yo estaba alucinado! Así que eso es lo que he estado haciendo, alargando y creando este monólogo, de página y media a una hora y cuarto.
¿De qué iba esa primera historia que lo empezó todo?
La historia del cuento corto está basada en un hecho más o menos real que se me ocurrió cuando era niño. La historia iba sobre un niño al que le encantaba jugar con unas uñas rojas que tenía. ¡Eran unas uñas mágicas! Le hacían cantar muy bien, interpretar muy bien… Pero de repente, un día, desaparecieron. Nunca las volvió a encontrar. Sobre eso, se ha construido toda la historia del monólogo, y en concreto es la parte central.
Del resto del monólogo, ¿qué nos puedes adelantar?
Las Uñas Rojas ahora mismo empieza con un actor que ha trabajado mucho y durante muchos años en el teatro. Está muy cansado, pero sigue trabajando. Ha aceptado hacer una versión súper moderna de Hamlet, pero sólo por dinero. Y en mitad de la función con todo el público en la sala decide parar porque no puede continuar. Pide que se enciendan las luces, empieza a recoger todo, y mientras tanto cuenta al público que ha ido a ver a Shakespeare por qué ha decidido para y qué le ha llevado a eso. ¡Hasta aquí puedo contar!
¿Cuánto de realidad hay en esta tragicomedia?
Hay bastante, lo que pasa que literal autobiográfico… en muy pocos sitios. La mayoría de los sucesos están deformados y sólo una pequeña parte es totalmente ficción. Además, al principio parece un monólogo muy cómico, pero poco a poco se va convirtiendo en una historia bastante triste. Y dramática, al fin y al cabo, las uñas rojas son un símbolo. La niñez, las ilusiones que tenemos, como somos al ser niños y en qué nos terminamos convirtiendo.
“Las uñas rojas son un símbolo. La niñez, las ilusiones que tenemos, como somos al ser niños y en qué nos terminamos convirtiendo”
En esta producción eres tanto dramaturgo como actor, por eso quería preguntarte: ¿Cómo se vive Las Uñas Rojas desde los dos puntos artísticos a la vez?
Es una sensación extraña que no sé muy bien si la sabría explicar. Lo he escrito y lo he adaptado por y para el actor, que soy yo mismo. Y es que una de las dificultades de ser actor y tener que interpretar, por ejemplo, a Shakespeare es el “¿cómo lo voy a decir?”. Porque Shakespeare para decirte que estaba amaneciendo te cascaba siete frases. Por eso Las Uñas Rojas está totalmente ajustado a mi personalidad y a mi forma de hablar. Es toda una ventaja, hace que todo suene muy orgánico y natural.
Por otra parte, es una sensación extraña, pero a la vez muy emocionante. Cuando escribes estas solo en la intimidad, es un acto muy privado; pero después eso lo sacas a la luz, a justo todo lo contrario. Estás totalmente expuesto, pero aún con todo es agradable. Nunca había escrito antes para teatro, por ahora es todo tan emocionante.
En un momento donde la cultura y el sector del teatro están sufriendo tanto parece que la pregunta que te haces en la obra, “Ser o no ser actor”, está más presente en la actualidad que nunca…
Yo personalmente soy un actor vocacional y no me imagino otra forma de vida que no sea la de actuar. Actuar es lo que te salva la vida. Lo que me ha salvado la vida siempre. El acto de salir a un escenario es lo que me salva y me va a salvar ahora. El trabajo ahora está muy mal y lo vamos a pasar muy mal todos económicamente hablando. Pero el pensar que mañana actúo en el Teatro Lara con mi texto, ya para mi merece la pena todos los días y tiempo dedicado.
Va a ser dudo, pero en el fondo los actores ya estamos acostumbrados a no tener un trabajo estable. A vivir en el desequilibrio y en la inestabilidad. Por lo tanto, esta situación no nos pilla tan, tan de sorpresa. A mi el teatro me salva la vida. Que en mitad de la pandemia y viviendo esta situación tan terrorífica pueda salir a actuar… El teatro es absolutamente sanador.
“Las Uñas Rojas está totalmente ajustado a mi personalidad y a mi forma de hablar”
Tras la función de mañana en el Teatro Lara, ¿dónde podremos disfrutar de Las Uñas Rojas?
No se sabe. En principio iba a estar programada en el Lara unos meses. Pero ni siquiera el dueño del teatro y el programador saben muy bien que va a pasar. Ni siquiera sabemos si nos va a pasar lo que en París. Está un poco en el aire, pero por el tema de la pandemia. Pero estará en el Lara, si no es ahora en diciembre, cuando salgamos de esta. A todo el mundo le entusiasma la función, hacerse se va a hacer, lo único que el cuando está un poco en la incertidumbre. Por ahora, mañana viernes a las 19:30 Las Uñas Rojas tendrá su momento, la pandemia no ha podido con ella. (Aún quedan entradas a la venta).