Hablar de Berto Romero es hablar de comedia, de rotura de esquemas y de lo políticamente incorrecto. Un cómico, ahora reconvertido en actor, que usa las risas no solo para entretener a la gente, sino para compartir un mensaje y tocar la fibra sensible. Su carrera, envuelta en temas escabrosos y sin tener ni un pelo en la lengua, ha evolucionado hacia una madurez profesional a la par que su vida personal avanzaba con rumbo a la paternidad, pero siempre con un pie en aquello que le hizo triunfar. Uno de los mejores cómicos de la actualidad que nos sorprendió a todos con su trabajo más personal, una serie que aparte de hacernos reír nos ha enseñado una valiosa lección.
Mira lo que has hecho es el nombre de la serie que ha parido Berto Romero. Tres temporadas que saben a poco, aunque hayan tenido un inicio, un desarrollo y un final perfecto. Un recorrido por su vida profesional y personal, con sus hijos como eje central de la trama. Chistes de todo tipo, cameos muy interesantes, momentos para las lágrimas y una crítica a ciertos temas sociales que Berto Romero ha sabido encauzar a la perfección.
Quizá el nacimiento de un hijo sea uno de los hechos más trascendentales en la vida de una persona. No solo por lo maravilloso que pueda ser, sino por el cambio que supone en el día a día. Ese cambio está presente en cada detalle y Berto Romero plantea la paternidad como una carrera de obstáculos en la que debe adaptarse para seguir adelante. La amistad, el sexo, los suegros, las drogas, el trabajo, la muerte o el cambio generacional son algunos de los aspectos que trabaja la serie y que Berto caricaturiza para conectar con su target.
Pero, ¿qué hay de verdad en la serie? Obviamente el cine y la televisión nos muestran una verdad muy maquillada en la que casi siempre todo sale bien. Pero en realidad la vida es mucho más dura y aunque Berto haya plasmado muchos de los “problemas” que acarrea la paternidad, siempre lo ha hecho desde una sátira cómica y desvirtualizada en muchos puntos. La ficción está pensada para eso, para reír y emocionar, para entretener y llorar. Berto Romero consigue todo eso a base de contar su propia historia, de regalarnos un pedazo de su experiencia y contarlo como mejor sabe.
Lo importante es que cada uno debe hacer su propia interpretación de la serie. Para eso se hacen series o películas, para que cada uno tenga sus reflexiones e ideas sobre la problemática que se quiere criticar. En este caso, Berto Romero propone una visión distinta y nueva sobre la paternidad, sobre cómo afrontarla, sobre los miedos y las alegrías que ello provoca. Seguro que, aparte de entretener, el mensaje ha calado en mucha gente, aportando una pequeña ayuda para la sociedad.
Visionado muy recomendable, entretenido y emocional. Frescura cómica que esboza una sonrisa en el público. Berto Romero se defiende muy bien en un proyecto personal y lleno de matices sociales que merecen mucho la pena descubrir.