Como cada primavera se ha celebrado en Mónaco El Baile de la Rosa, cita obligada para la alta sociedad internacional. El “Bal de la Rose” es un evento benéfico creado en 1954 por la Princesa Grace, esposa del Príncipe Rainiero III, cuyo objetivo es recaudar fondos para la «Fondation Princesse Grace de Mónaco». Los fondos recaudados, los asistentes pagan 800 Euros por plato, son destinados a apoyar a los artesanos locales y necesitados desde 1964 y, desde que la Princesa Carolina está al frente, se ha ampliado el campo de acción a ayuda humanitaria, especialmente a los niños hospitalizados y sus familias.
Sin perder nunca de vista sus orígenes, cada año el evento gira en torno a un tema y un país diferente, este año la temática fue Cuba, así el diseñador Karl Lagerfeld fue el encargado de la decoración del Sporting Club de Montecarlo que se llenó de tonos verdes y motivos caribeños.
Como nos tienen acostumbrados la familia Grimaldi casi al completo, la princesa Charlene fue la gran ausente por segundo año consecutivo, ha asistido a esta fiesta y, de nuevo sorprendieron con una asistencia inesperada, este año la sorpresa fue el debut de Alejandra de Hannover, hija pequeña de Carolina de Mónaco, que llegó a la fiesta acompañada de su hermana Carlota Casiraghi.
Otro de los alicientes de esta fiesta son los vestidos con los que asisten las mujeres de la familia Grimaldi, que un año más acertaron totalmente con sus estilismos. Tanto la princesa Carolina de Mónaco cómo sus hijas Carlota y Alejandra confiaron en Chanel. Carolina eligió un vestido de la colección de Alta Costura Primavera Verano 2016 en color beige de falda larga con tiras cruzadas y detalles metálicos en cuello y hombros combinado con un pequeño clutch y zapatos de tacón nude y plataforma dorada, Carlota Casiraghi se decantó por un jumpsuit brillante de la misma colección complementado por una capa en tonos champán y zapatos del mismo color que el jumpsuit y clutch dorado y Alejandra de Hannover eligió un vestido largo con motivos geométricos en color rosa empolvado de la Colección Crucero 2016 que combinó con zapatos y clutch negros.
Por su parte Beatrice de Borromeo y Tatiana Santo Domingo confiaron en Giambattista Valli y Gucci respectivamente. La esposa de Pierre Casiraghi asistió con un espectacular vestido rojo pasión con escote palabra de honor y una voluminosa falda de tul de la colección Alta Costura Pirmavera Verano 2016, lo que la convirtió en la estrella de la noche en lo que a estilismos se refiere, y Tatiana Santo Domingo, esposa de Andrea Casiraghi, fue fiel a su estilo y optó por un vestido de estilo boho chic en color púrpura con escote pico de la Colección Crucero 2016 de la firma Italiana.