La igualdad entre el hombre y la mujer aún no es un hecho en muchos sectores. Sin embargo, la industria del iGaming es una buena prueba de que esta igualdad puede ser efectiva y constituye un ejemplo del potencial y la competitividad de las mujeres en una industria que, históricamente, era masculina.
Tradicionalmente, el juego ha sido una industria dominada por los hombres, así como lo ha sido el mundo de los negocios. Las mujeres tenían convencionalmente otros roles en la sociedad, cuyo epicentro eran el hogar y la familia. No obstante, desde finales del siglo pasado, el siglo XX, la mujer se ha visto beneficiada por profundos cambios en la sociedad y la cultura. Algunos de ellos, ya venían fraguándose desde décadas anteriores, pero otros, como la revolución tecnológica que ha supuesto internet, aunque soñados, eran bastante inesperados.
Hoy ya nos parece indudable que internet ha sido un gran agente de cambio social, un gran monstruo globalizador y democratizador, que ha favorecido a los negocios y empresas que han sabido adaptarse. El sector del juego es una de las mejores encarnaciones de dicha transformación. Actualmente, y sin salir de casa, tenemos a golpe de clic el acceso a los casinos online que, como en el caso de vegasslotsonline.com, ponen a disposición del usuario una infinidad de juegos clásicos actualizados y hasta a las variedades más atípicas, gracias a las más innovadoras herramientas es posible jugar a las slots, o a los tradicionales juegos de casino (como la ruleta, el Blackjack o el Baccarat), participando en una mesa real, con crupier de carne y hueso, y jugadores de cualquier parte del mundo. Además, aspectos que a priori pueden parecer preocupantes en el entorno de la red, como la seguridad en los pagos, la privacidad de datos o la rapidez de servidores, han sido resueltos gracias a los más innovadores adelantos y sumados a un atención al cliente eficiente y personalizada.
Es precisamente a razón de esta capacidad de adaptación al entorno digital, que el sector del juego online, el IGaming, puede justificar el aumento exponencial de jugadores y el crecimiento de un sector que continúa en auge. Solo hay que echar un vistazo a los datos para confirmar este argumento.
Según la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que es el organismo que regula las actividades relacionadas con esta industria en España, durante el primer trimestre de 2019, el IGaming movió la suma de 4.634 millones de euros en términos de cantidades jugadas. Además, según los informes que elaboran desde la DGOJ, el número de mujeres jugadoras también ha ascendido considerablemente y no se espera que se produzca una desaceleración: en 2016, eran 196.428, las mujeres usuarias de los casinos en línea; en 2017, el número subió hasta las 210.174; mientras que, en 2018 (último año del que tenemos un registro de datos), contábamos con 247.291 mujeres jugadoras, lo que suponía un 16,75 % del total de jugadores activos.
En comparación, los casinos físicos no cuentan con una representación femenina tan importante como los casinos online, pues el porcentaje de mujeres jugadoras es aún considerablemente más bajo.
Si hacemos un análisis más exhaustivo, e indagamos en las preferencias de juego de las mujeres, ellas, al igual que ellos, se inclinan por la ruleta, el Blackjack, el póker y las máquinas tragamonedas. Hemos de señalar, no obstante, que son las slots las que ocupan el primer puesto de las modalidades de juego preferidas por las mujeres, lo que es comprensible pues no requieren ningún tipo de habilidad y son ideales para los que entienden el entretenimiento como una fuente de relajación y placer. En este sentido los datos son claros, el 41 % de las españolas prefieren las slots y, en nuestro país, son ellas las que más tiempo dedican a estos juegos en los casinos online.
Bien es cierto que para muchas mujeres este sigue siendo un tema tabú pero, como los datos auguran, el territorio de los casinos online está empezando a ser conquistado por las mujeres. Todo un hecho que no ha de verse de forma sesgada, sino como una prueba más de que la emancipación y liberación de las mujeres es cada día más visible en todos los ámbitos. Por eso, damos las gracias a todas las jugadoras que rompen cada día las barreras culturales impuestas y se atreven a competir en espacios que, por tradición, han sido eminentemente masculinos.