David Bowie murió el 10 de enero de 2016 a causa de un cáncer. No tuvo tiempo de prepararse ni de despedirse, tal vez por eso prefirió esconder su enfermedad. El que fue uno de los iconos musicales de finales del siglo XX se marchó dejando tras de sí una lista de éxitos, álbumes, canciones y conciertos, pero también corazones rotos y escándalos.
No sabemos si existe alguien que haya podido describir a Bowie como “un tipo normal”, pero desde luego que no lo era. Cambió el panorama musical de toda una generación, y después fue más allá, cambiando sus vidas y sus pensamientos. Bowie hizo en su carrera todo lo que no se puede hacer, y a pesar de todo, triunfó. Cambió de estilo en varias ocasiones, haciendo álbumes de rock, luego de soul, y más tarde de electrónico. Volcó sobre sí mismo rumores que le daban una fama malísima, y no tuvo ningún problema en reconocer y contar sus momentos más bajos, sus episodios más oscuros, o en confesar a sus fans que estaba harto de hacer lo que hacía en ese momento.
Para seguir desencajando las mandíbulas de quienes lo seguían, sacó un álbum dos días antes de morir, el 8 de enero, coincidiendo con su cumpleaños. Blackstar fue uno de los éxitos de ese año.
A pesar de lo extravagante que podía parecer, Bowie demostró ser un hombre razonable, sensato y con buen ojo para alguna que otra predicción de futuro. Bowie transgredió todo límite y convencionalismo, y con ello liberó a muchas personas. Entre ellas la misma Madonna, quien en un concierto en 2016, el mismo año que murió el artista, reconocía que el inglés le había cambiado la vida. “He was one of the genius in the music industry, one of the best singers, songwriters, … he changed my life” (Fue uno de los genios de la industria musical, uno de los mejores cantantes y compositores… cambió mi vida). Después añadía que él había sido quien, durante un concierto, le había demostrado que estaba bien ser diferente.
Y como toda leyenda, se fue, pero no desapareció. Cinco años después, la industria musical y sus fans siguen recordándole.
Otras leyendas como U2 o Nirvana le han rendido homenajes en sus conciertos (además de la ya citada Madona) y sus canciones continúa reproduciéndose en las plataformas digitales. En Berlín, en 2017, Bono hizo sacar al público sus teléfonos y dijo “Let’s see the stars come out, in the rain, we see the stars… thinking of David Bowie” (Vamos a ver cómo salen las estrelas. En la lluvia también se ven las estrellas. Pensando en David Bowie) y se arrancó a cantar su tema Heroes.
Su familia tampoco le olvida. De hecho, Alexandria Zahra Jones, la hija que tuvo junto a su última mujer, la modelo Imán, compartía en redes sociales una foto de un tatuaje que se había hecho en memoria de su padre. En el diseño puede verse una luna y dos fechas, la de su nacimiento y la de su muerte. Esa es tan solo una de las muestras de cariño que la joven dedica a su padre.
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Recientemente tuvo lugar el último homenaje al cantante: Se creó la cuenta oficial de David Bowie en Tik Tok, la última y más puntera red social que tiene atrapados a los más jóvenes. Coincidiendo, de nuevo, con su cumpleaños, se activaba la cuenta con el nombre de @davidbowie, que ya cuenta con más 33.000 seguidores.
“Se ha presentado una cuenta en memoria de Bowie, lanzada por la plataforma en asociación con Warner Music Group, Sony Music y The David Bowie estate” dice un comunicado publicado en la propia red social.
Además de un tributo a su memoria, esta es, sin duda, una estrategia de márketing que busca perpetuar el legado y la música de Bowie, acercándole a las generaciones que no eran más que unos niños cuando se marchó.