Pantalones cortos, crop tops, espaldas al aire, sandalias imposibles. La temperatura comienza a subir y con ella, el deseo de ganarnos un bronceado de fabula comienza a crecer de forma imparable. Así, comenzamos a ceder ante el irresistible capricho de tumbarnos y disfrutar de los rayos de un sol que ya llevaba demasiado tiempo oculto entre grandes nubarrones y lluvias invernales. Sin embargo, esta costumbre que para algunos ya se está convirtiendo en obsesión, también guarda un lado oculto pues son muchas las personas que se han visto afectadas por los efectos nocivos del sol sobre la piel tras largas exposiciones sin ningún tipo de protección. Y es que abandonar el blanco níveo proporcionado por el invierno es posible sin riesgos para nuestra salud.
En primer lugar, es esencial conocer el tipo de piel. Aquello de no todos los seres humanos nacemos bajo las mismas condiciones es aplicable también en esta ocasión. Por ende, debemos ser conscientes de la tolerancia y resistencia que nuestro cuerpo tiene. Una vez hayamos asimilado esto, debemos saber que la protección es esencial. Y no sólo lo decimos nosotros, también los expertos quienes insisten en broncearnos progresivamente, evitando largas exposiciones. Y es que el secreto de un bonito bronceado al más puro estilo «California» no reside en la cantidad de horas que nos expongamos. Para ello, también es muy importante usar continuamente una protección solar que se adecue a nuestra piel. Recuerda que no todo vale. En esta última indicación también entran las fragancias y desodorantes. Sí, ¡olvídate de ellos! Además, en esta ocasión moda y salud pueden ser grandes aliados. ¿Cómo? Recurre a tu nuevo sombrero que hace algún tiempo compraste y guardaste en algún cajón; saca las gafas de sol y toma tus coloridos pañuelos. Estos se convertirán en tu mejor aliado este verano, dándole un toque de lo más chic a tus atuendos de playa.
Y si tomar el sol nunca fue lo tuyo…tenemos la solución. Pierde el miedo y apuesta por los autobronceadores. Durante los últimos años, estos han evolucionado y transformado tanto sus fórmulas que el resultado es tan natural que nadie será capaz de decir que la única luz que has recibido ha sido la de tu ventana más cercana. Por ello y desde nuestra redacción, te recomendamos la mejor selección de autobronceadores.
El mousse ya no es cosa de correctores y maquillajes. El autobronceador en mousse de St. Tropez tiene mágnificos resultados cuando es aplicado mediante movimientos de barrido, empezando por las piernas y siempre de abajo hacia arriba. Espera entre una y tres horas, según el resultado que desees, antes de lavar con agua templada. La Prairie, por su parte, ofrece un suave y sutil bronceado tras aproximadamente dos horas desde su aplicación. Silky Bronze es un gel autobronceador que ofrece hidratación al mismo tiempo que un perfecto acabado en bronce. Por su lado, Clarins –el rey de reyes entre los bronceadores– oferta una amplia gama de productos que generan un tono de piel a voluntad del usuario. Y es que ya no hay excusas pues abandonar el blanco nuclear nunca fue tan fácil.