Como en todas las vacaciones, no se nos escapa el crear planes con nuestros círculos más cercanos. ¡Y qué mejor plan que viajar! Pero, queridos aventureros, esta Semana Santa tocará conocer la tierra en la que vivimos y no zona extranjera o segundas residencias como nos gustaría. Debemos apostar por un turismo local y conocer más a fondo nuestra casa, respetando las restricciones si queremos que la situación acabe lo antes posible. Porque, ahora más que nunca, debemos ser cautos pero sin perder las ganas de disfrutar y todo aquello que nos llena.
Debido a las limitaciones por la Covid-19, las fronteras entre provincias apenas se pueden traspasar, y es por eso que promover el turismo y la cultura local es la única opción para las vacaciones de esta primavera. A pesar de que hayas vivido toda tu vida en la misma ciudad y creas que lo conoces todo sobre ella, es un buen momento para descubrir esos pequeños rincones y curiosidades más profundas. Perderse en las callejuelas del centro de la villa, ir a la nueva exposición del museo, pasear por los parques más verdes o comer en ese restaurante que abrieron hace poco en el barrio de al lado son algunas de los planes posibles dentro de cada municipio.
Aunque, para los más inquietos, también está la opción de coger carretera y manta y emprender cortos viajes a otros pueblos de la provincia, dejando atrás por unos días esa atmósfera urbana y respirar un aire diferente que nos despeje de la monotonía. Si eres más de costa, un roadtrip por las diferentes playas de tu área siempre puede venir bien para relajarse. Y, ahora que se acerca el buen tiempo, incluso pude ser buen momento para darse el primer baño del año. Además, hacer deporte es siempre una buena idea para combatir el estrés y esa sensación de fatiga que nos deja la rutina. Es por eso que actividades al aire libre como el senderismo o hacer una ruta en bici son óptimas para el rendimiento físico y psicológico.
A pesar de que viajar al extranjero o a otros municipios nacionales en Semana Santa sea la costumbre, este año toca quedarnos en nuestra zona. Y es que muchas veces se pueden ver las cosas con una perspectiva diferente por mucho que las conozcamos desde siempre. Redescubrir tu localidad o conocer ambientes que todavía no conocías son los óptimos planes para conseguir un equilibrio entre el ocio y la responsabilidad social.