La alfombra roja, ese evento que todo amante de la moda espera con ganas en disfrutar. Ya sea en unos premios Goya, en unos Globo de Oro, o en unos Grammy. Los aficionados a la industria han vivido a lo largo de su vida momentos icónicos y visto trajes que quedarán en su retina guardados. Sin embargo, ¿es solo eso?
La moda también supone un modo de expresión, una vía para mostrar las opiniones y las ideologías. Está más que comprobado de que la moda muestra los tiempos en los que vivimos y las décadas en las que ha formado parte. Son muchos los desfiles que han sido tan sonados y a la vez tan polémicos, como las alfombras rojas.
Solo hay que echar la vista atrás y recordar red carpets como la de los Globos de Oro de 2018, donde casi todas las celebridades que estuvieron invitadas se pusieron de acuerdo y acudieron a la gala con estilismos negros, en honor al movimiento Me Too y como protesta a los escándalos que salieron a la luz sobre abusos sexuales en Hollywood.
https://www.instagram.com/p/CJvDSKngaJO/
Dentro de nuestras fronteras también ha habido momentos inmemorables, en relación al poderoso movimiento del #MeToo. Ese mismo año, los premios Goya se pintaron se llenaron de abanicos en color rojo con el mensaje #MasMujeres, en apoyo a la iniciativa lanzada por varias estrellas del cine americano, Time’s Up. Profesionales como la directora Isabel Coixet, Penélope Cruz y políticos invitados como Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se mostraron a favor de este movimiento.
https://www.instagram.com/p/Be-TDLpDHi6/
Aún hay más. En 2013, la actriz Candela Peña apostó por recoger el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Málaga con una cinta que tapaba la boca para reivindicar la libertad de expresión y como respuesta a sus críticas recibidas en la edición del mismo año de los Goya.
Que la alfombra roja sea una herramienta de reivindicación no es algo nuevo y que solo esté sucediendo ahora. Solo hay que trasladarse a 1972, concretamente en los Óscar. La actriz Jane Fonda, que ganó el premio a Mejor Actriz por su interpretación ‘Klute’, acudió a la gala con un traje de chaqueta negro, firmado por Yves Saint Laurent. Este hecho se traduce a que ella pisó la alfombra roja con un mensaje de empoderamiento femenino. Tampoco hay que dejar de hablar de su discurso, al recoger el galardón, en el que se mostraba en contra de la guerra de Vietnam.
Estos momentos son solo algunos de la gran mayoría de ocasiones que ha sido la alfombra roja como altavoz. Es una forma tan pacífica como a la vez tan necesaria. Actores y actrices alzan su voz por todos aquellas que no pueden hacerlo, y el mensaje queda más que claro al igual que inolvidable. En cuanto a la pregunta que hicimos al principio, ¿es el verdadero escaparate que necesitamos? Todas las opiniones son aceptables.