Hablamos con la actriz María Valverde que presenta su última película en el Festival de Cine de Málaga. Ella misma nos cuenta sus experiencias en el rodaje y nos habla sobre la dificultad de su personaje ya que el guión tiene varios idiomas: »No estoy a favor del doblaje, como actriz me gusta que vean mi trabajo en versión original porque me cuesta mucho esfuerzo interpretarlo y aprenderlo. Es totalmente respetable»
¿Qué tenía Gernika para que María Valverde aceptase el proyecto?
El guión me pareció un personaje femenino muy potente, no era consciente del peso que tenía la historia y yo creo que eso me ayudó mucho para poder tener inconsciencia y meterme de lleno. Porque cuando empezamos a trabajar en la película, se acercó un señor para hablar conmigo y me dijo, con lágrimas en los ojos, que gracias por contar lo que pasó en Guernica y me contó la historia de su familia y ahí fue cuando me di cuenta que estábamos haciendo algo grande y verdaderamente importante. Gernika me hizo sentirme grande y notaba que estaba haciendo lo correcto.
Sesenta y siete minutos esperando un beso ¿crees que si quitamos la historia de amor funcionará la película en el cine?
Pienso que sí, porque al final la historia de amor y del beso es un segundo plano. La historia principal es la vida de unos personajes que están perdidos y restringidos. Tanto Teresa como Henry están desencantados con su profesión, con la vida, con todo. Ellos están en el sitio donde no quieren estar. Es ficción, te está contando la guerra civil a través de los periodistas y perfectamente podría funcionar sin un beso, porque al final la historia de amor solo te hace conectar con los personajes.
Gernika se estrenará el próximo otoño en las mejores cines de nuestro país y ahí podréis valorar, realmente, si merece la pena esta película tal y como nos la han vendido. Eso sí, las dotes interpretativas de los actores, son sobresalientes.
Imagen: Ana Belén Fernández