El verano está cada vez más cerca y si bien no puede prometernos aún una gran cantidad de planes -ya se sabe que la situación actual es, cuanto menos, incierta-, sí puede asegurarnos alguna que otra cena romántica y alguna caminata por el paseo marítimo. Aunque solo el tiempo dirá si los planes sofisticados aumentan, de momento adueñémonos de un vestido polivalente, bonito y sofisticado que nos haga vernos favorecidas.
En la búsqueda de esa pieza perfecta y excelsa, merece la pena prestar atención a tres vestidos concretos de la firma valenciana y de producción nacional Koahari que responden a una silueta muy concreta: la cruzada que te hará parecer más delgada. ¿Por qué? Porque su talle alto -por debajo del pecho-, su escote cruzado y profundo y su corte sexy en la parte de la falda abotonada alargan y estilizan la figura. ¡Magia!
En primer lugar, hablemos del modelo Nani. Se trata de un vestido de silueta cruzada, realizado completamente en seda y disponible en tres colores: rojo, azul marino y azul cielo. Todas las opciones son idóneas para eventos con un código de vestimenta elevado -una boda, una cena formal…- porque el vestido es -y, además, parece- muy lujoso gracias a lo brillante y suave del tejido. Sin embargo, esta pieza también podría adaptarse a otros contextos más casuales si, por ejemplo, se combina con unas sandalias planas y de tiras.
“Nuestro Nani es seductor, atrevido y pasional con ese toque de elegancia que lo envuelve. Su forma cruzada y abotonada lateralmente deja ver tus piernas al caminar y su escote en pico pronunciado favorece a cualquier mujer”, dicen fuentes de Koahari. También afirman que es una apuesta segura. Lo es. Su silueta no pasa de moda y podrá valernos todos los veranos de tu vida ya que se adapta a cualquier estilo, estética o armario femenino.
También merece la pena el modelo Ema, más formal que el anterior y, en consecuencia, más sofisticado y espectacular. Este extra se debe a su largo, a sus botones decorativos de factura joya y a los colores en los que puede adquirirse, un negro brillante y un rosa chillón. Tiene un tacto y una caída perfecta y está realizado en un tejido 100% reciclado. Con él no hay medias tintas. En ese sentido, exige ser llevado de noche con sandalias doradas y tacones de aguja.
La última pieza de esta tríada favorecedora es el modelo Oriwa, confeccionado también en seda pero sustituyendo los botones de los dos anteriores por volantes y drapeados. Ambos detalles decorativos -y su efecto en el caminar- hacen que sea un vestido sensual y llamativo.