Por definición el stiletto es aquel zapato con un tacón de aguja de más de 10 centímetros. Su nombre proviene de la palabra italiana «Stilo» que significa «cuchillo» o «puñal», lo que nos da una referencia de lo largo y fino que es su tacón.
Este tipo de zapato nace a finales de los años 40 cuando Christian Dior acudió a los parisinos Roger Vivier y Charles Jourdan y les encargó «unos zapatos que elevaran a la mujer estilizando su figura». Hoy vamos a repasar los cinco motivos por los que los «Stiletto» nunca pasarán de moda.
El tacón de aguja es el símbolo más inequívoco del glamour sexy femenino, es el calzado más femenino, sensual y poderoso de una mujer. Con unos «Stiletto» en tus pies el look más normal pasa a ser el más sexy, son un arma de seducción.
Estilizan como ningún otro la figura femenina, la espalda y el pecho quedan más alineados por lo que la postura es más erguida y se crea la ilusión de unas piernas más largas. Al estar sobre un tacón de este tipo los glúteos se elevan, el tobillo se acentúa y la posición del empeine completa la figura.
Con ellos se camina de una forma más sexy y sensual, debido a su altura los «Stiletto» nos obligan a caminar con pasos cortos lo que hace que la pelvis se contonee a cada paso y con ella el resto del cuerpo.
Son un claro símbolo de erotismo, e incluso de fetichismo, destilan sexualidad, extravagancia y excesos desde sus orígenes. La textura, olor, color altura de tacón y los detalles decorativos, marcan la diferencia.
Hay estudios que demuestran que son dañinos para la espalda pero, como todo, utilizándolos en su justa medida no hay de que preocuparse. También es importante saber caminar con ellos, si nunca has utilizado zapatos de tacón empieza por tacones de 4 o 5 centímetros y ve aumentando la altura a medida que te sientas más segura sobre ellos.
Así que ya sabes, cuando tengas un mal día póntelos y sal a dar una vuelta, verás que todo se ve mejor desde ahí arriba.