Una vez superado el #Eurodrama nos vemos con la posibilidad de ver todo lo ocurrido con más perspectiva, y podemos analizar en qué pudo fallar la delegación española para no conseguir un puesto en el Top5.
5ª Posición
El joven Frans traía una canción muy simple en su ejecución pero que contaba a su favor con el «rollo» que le aportaba el interprete, su chulería y aparente pasotismo nos lograba transmitir muy buenas sensaciones, creando una melodía casi adictiva. El interprete recordaba en su estilo demasiado al ya mediático Justin Bieber.
4ª Posición
Bulgaria este año volvía al festival, tras unos años de ausencia con Poli Genova que repetía como representante de su país y venía dispuesta a conseguir superar la posición conseguida en su anterior candidatura, y así fue, con su carisma y buena energía lograba atraparte, además la canción tenía algo que lograba que te quedaras tarareando el estribillo. Lo peor fue su vestido, le restó puntos pero su puesta en escena tenía un concepto muy claro, colores definidos y una pequeña coreografía muy llamativa, aunque solo bailaba ella, no hacía falta más. Puede que jugara en contra de la candidatura española, tanto la energía de la cantante, el bailecito de piernas y la canción jugaban en el mismo terreno de Barei, restándole originalidad en cuanto a variedad de propuestas esa noche.
3ª Posición
El gran favorito desde que comenzaron las apuestas hasta el final, con una propuesta que bebía de triunfos anteriores y que perdía identidad propia, le faltaba respiración y más disfrute para llevarse el triunfo. La espectacularidad le quitaba a la canción lo más importante, llegar a transmitir algo.
2ª Posición
Desde Australia nos llegó una candidata oriental, con una balada muy actual, que interpretó en directo mucho mejor que en la versión de estudio. Su puesta en escena, al contrario que el resto de baladas la comenzaba sentada en un gran cubo desde el cual realizaba un juego futurista con imágenes superpuestas, pequeños cambios que la hacían resaltar del resto de propuestas del mismo corte.
La ganadora
Jamala estaba llamada a ser la gran triunfadora, primero de todo porque presentaba una canción muy alejada de todas las demás candidaturas, carentes de personalidad, era la única canción que tenía sonidos únicos de su país, y aportaba el toque original en esta final que como digo, presentaba una colección de canciones que podían ser intercambiadas entre los candidatos de los distintos países y no darnos cuenta, canciones que en su mayoría venían influenciadas por las anteriores ganadoras que aportaban un sonido más comercial e internacional, pero que había creado este año un elenco de propuestas muy similares, y que lo mismo la podía cantar el representante de San Marino que la cantante de Serbia. En segundo lugar la canción Ucraniana contenía un mensaje velado de protesta contra el dominio que existe de Rusia en los países periféricos, algo en lo que nos unimos todos los europeos y que sabemos que persiste.
Todo este tipo de contrincantes es con los que luchaba Barei, un año en el que todo se hizo tan internacional que terminó ganando lo más autóctono, seguramente el año que viene todos los países influenciadas por la actual ganadora busquen presentar propuestas más locales pero ganará de nuevo la que en ese año resulte original, es muy difícil dar en la tecla cada año, no se sabe muy bien con lo que vamos a encontrarnos, de ahí la importancia de la puesta en escena, puede aportar ese toque distintivo a nuestra propuesta.