«¿Cómo es posible, señor Amancio, que yo tenga una talla XL?» Así empieza el discurso de Tania Llasera vía redes sociales, sobre uno de los problemas más comentados a lo largo de estos últimos años: el tallaje de Inditex.
La influencer Tania Llasera hacía un llamamiento al propietario de Zara, Amancio Ortega, y a las mujeres del país para exponer los complejos que esto puede causar. ¡La talla 38 nos aprieta el chocho, Amancio! Y es que, nos sorprendería conocer la de tiendas de Inditex donde un cuerpo perfectamente normativo alcanza la talla XL. Imaginad los cuerpos que no lo son… exactamente, ni siquiera existe ropa para ellos en esas tiendas.
«Hace años no me cabía nada, y llevo 5 años sin pisar tu tienda de Zara… me cabreé porque no estaba como para que no me quepa nada en Zara. Y ahora me cabe pero soy la talla más grande que hay. ¿En qué mundo cabe? Que estamos creando problemas a la gente joven, porque tienen un cuerpo perfectamente normativo y tienen que comprar una XL. No tenéis vergüenza.» Declaraba la influencer en sus stories.
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El concepto de las tallas
Muchos se refugiaran el discurso fácil de «¿de que te quejas? Tener una talla XL no es malo. Eso te convierte a ti en gordofoba«… bien, ante esto tenemos que remontarnos al concepto que concretamente, existe sobre el tallaje en nuestro país.
La talla de una marca de un lugar propio, como en este caso es Zara de España, debe estar asociado a la complexión de los ciudadanos de su país. Al igual que la ropa en tiendas originales de países nórdicos, cuyo tallaje esta diseñado para gente, normalmente, algo más alta que la media española; Zara debería basar sus tallas en la media de las personas que consumen su producto.
Es aquí cuando la cosa se pone fea, y comprobamos que gente con cuerpos normativos alcanzan la talla más grande, sin ser esa realmente la suya. Si no habéis tenido ningún problema de autoestima en ese sentido, es normal que de primeras no lo entendáis demasiado bien. Pero resulta muy duro ver, que incluso estando físicamente como la sociedad te dicta, aun así te continúa llamando gorda en toda tu cara. Por eso comprendemos la actitud de Tania Llasera.
Y sí, sabemos que tener una XL no te hace gorda, que esa es una palabra «muy fea» que han convertido en vertedero con sus tabúes, como si fuese incluso una enfermedad. Como si llevar una XL fuera un cáncer terminal del que no puedes salir con vida. Pues bien, hay gente para la que realmente es así y no podemos culparnos a nosotros mismos de esto, si no a las marcas que te hacen pensar que con un cuerpo completamente valido, eres: lo más grande que hay.
Claro, es que debes dar las gracias por caber en una talla de Zara aunque en muchas otras tiendas tengas ropa de otro tallaje mucho menor que de verdad se adapta a las características de nuestro país. Nótese la ironía.
La queja incita al cambio
Aunque mucha gente crea que este tipo de quejas no llevan a ninguna parte, lo cierto es que ya hay muchas empresas de alto nivel que han trabajado en un cambio de la marca para ser más inclusivos con su público. Algo que debería ser lógico y normal. Joder, ¡que esta gente no se come un rosco sin nosotros! Que menos que escuchar y aprender de lo que sus clientes les dicen.
Este es el caso de Victoria’s Secret. Es cierto que sus desfiles fueron brutalmente criticados por que absolutamente todas sus modelos tuvieran el mismo tipo de cuerpo: delgado. En cuanto veíamos una sola curva o talla que pasase de la 34, la catalogaban como modelo curvy. Como pasó con la modelo, Barbara Palvin.
Pues bien, tales fueron las críticas que la marca de lencería recibió, que esta cayó en banca rota y se ganó la peor reputación posible. Siendo adelantada por Savage for Fenty, de Rihanna, que sí miraba por la representación de todo tipo de mujeres.
Victoria’s secret aprendió la lección, y ha hecho una labor de reinvención en la que actualmente se encuentra trabajando en un nuevo desfile, con modelos de todas las tallas. Bueno venga, que os perdonamos la metedura de pata, lo importante es aprender de los errores.
Pero esto no siempre pasa. Karl Lagerfeld, el que fue el diseñador creativo de Chanel, hizo estos comentarios que dejaron en evidencia a la marca: «nadie quiere ver gordas en las pasarelas». Y tan a gusto se quedó el tío. Esto, evidentemente tuvo represalias, pero el creador murió sin disculparse por esto.
¡Que se nos oiga! Hagamos ruido. Si nos quieren subir de talla, nosotras los subimos hasta el contenedor que tenemos al lado de casa, y nos vamos a otra tienda hasta que escarmienten. Estamos con Tania Llasera.