El mito de Frankenstein sigue vivo. En la literatura, en el cine y en el teatro, donde la compañía extremeña El Desván, de Domingo Cruz, le vuelve a dar vida en una versión escrita por el dramaturgo Alberto Conejero y dirigida por Antonio Castro Guijosa. Su estreno se producirá el 1 de octubre en el Teatro Buero Vallejo de Alcorcón.
El Desván, una vez más, se rodea de un estupendo equipo encabezado por Castro Guijosa y en el que Alberto Conejero vuelve a colaborar con la compañía de Almendralejo tras versionar El otro, de Miguel de Unamuno. Alfonso Alonso, que conoció una popularidad inesperada al interpretar un anuncio del Gordo de Navidad, asume el papel de criatura y el extremeño Alberto Amarilla el de su némesis, Víctor Frankenstein.
El elenco de Frankenstein lo completan el sevillano Gonzalo Validiez y otros tres extremeños: Noelia Marló, Ángela Carrero y Francisco Blanco. El compositor Álvaro Rodríguez ha escrito la música y Diego Ramos se ha encargado del diseño del espacio escénico y el vestuario.
La versión de Alberto Conejero sigue la trama de la novela de Mary Shelley sobre un personaje, Víctor Frankenstein, obsesionado con la creación de la vida a partir de la materia, y que consigue reanimar a una criatura compuesta por partes de diferentes cadáveres. Desde el momento de su nacimiento, su creador repudiará a su creación, abandonándola a su suerte. Pero esta irá en busca de Frankenstein y le reclamará una compañera para compartir su vida. Aunque al principio, el científico accede, al final se la niega y la criatura se vengará de su creador persiguiéndolo hasta el confín de la tierra.
La visión del director de este montaje entronca con la de la propia autora de Frankenstein sobre el mito de Prometeo, y remite a uno de los debates sin solución de las sociedades contemporánea, el de los límites de la ciencia, en un momento en que cuestiones como la inteligencia artificial y la clonación saltan repetidamente a la escena pública.
“¿Hasta dónde puede llegar el hombre y su conocimiento científico? ¿Existen límites naturales? ¿Límites éticos? ¿Es el creador responsable de los actos posteriores de sus creaciones?”, se pregunta Antonio C. Guijosa, quien extiende estas preguntas sugeridas por la propia obra a debates morales sobre si la bondad o la maldad son intrínsecas o se desarrollan al entrar en contacto con los demás, o sobre si nuestra imperfección es una condición necesaria o se puede cambiar.
Tras el estreno de Frankenstein en Alcorcón aguardan, de momento, otras seis funciones. El 22 de octubre se representará en Villanueva de la Serena, el 6 de noviembre en Mérida, el 20 de noviembre en Montijo y el 23 de noviembre en Cáceres, dentro de la Muestra de Artes Escénicas de Extremadura. Ya el próximo año, en Castellón, y el 18 de marzo en Badajoz.
Este es el montaje número dieciséis de El Desván realizado en solitario o en co-producción con otras entidades públicas y privadas. Creada en 2005, tras varios proyectos internacionales, esta productora ha conseguido una buena posición en el panorama nacional lo que explica la importante gira que está realizando con varios de sus proyectos. Entre sus últimos espectáculos figuran La cabeza del Bautista (2016) de Valle-Inclán, El otro (2018) de Miguel de Unamuno, y Antígona (2020) de David Gaitán, estrenada en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y actualmente en gira nacional.