¿Desaparecerá al final la prensa rosa del corazón de la parrilla televisiva? Parece que el gran gigante del infoshow, este periodismo que nos abre las puertas al glamour, lujo y famoseo, a través de periodistas y paparazzi, está en sus horas bajas. No sólo por el número de programas del corazón que poco a poco han ido desapareciendo, sino también porque, la propia joya de la corona de la prensa rosa actual, Sálvame, está registrando una audiencia cada vez más baja programa a programa. Entonces, ¿se ha acabado nuestro interés por este mundillo del cotilleo?
Lo cierto es que el interés lejos de desaparecer está en aumento. Aunque a través de unos canales completamente diferentes a los que teníamos en los años 90 y 2000. Pasamos de conocer la vida y milagro de los famosos a través de las revistas y programas de prensa rosa a conocer todas las exclusivas desde las propias redes sociales de los famosos. Chiara Ferragni y Jedez, en su documental para Prime Video, dan con la clave del cambio: “si compartimos toda nuestra vida a nuestra manera y a través de las RRSS, no hay exclusiva que los paparazzi puedan vender a la puerta de nuestra casa”.
El cotilleo en el mundo digital: “Si compartimos toda nuestra vida a nuestra forma y a través de las RRSS, no hay exclusiva que los paparazzi puedan vender a la puerta de nuestra casa”
Así, hemos visto que a lo largo de los años los grandes personajes que acaparan las portadas y titulares cada vez son menos. Lo que en España comenzó en 1850 como “Crónicas de salones” con grandes cronistas como Gustavo Adolfo Bécquer, en los que se detallaba bodas, entierros, fracasos, fiestas y cotilleos de la realeza y alta sociedad fue poco a poco centrándose en personalidades más cercanas.
Actores, artistas… fueron llenando las portadas de revistas como Semana, ¡Hola!, Lecturas… donde las exclusivas y robados daban mucho dinero, para la revista por las ventas y los tribunales por las demandas.
Los programas del corazón, el gran subgénero del infoshow, donde el periodismo que nos abre las puertas al glamour, lujo y famoseo
Entonces llegó el auge de la prensa rosa en la década de los 90, donde los programas del corazón invadían los platós de las televisiones. Los famosos entraban al hogar de los españoles y las audiencias, buscando el salseo que tanto los mueve, se dispararon. Los “hijos de” empezaron a rentabilizar los apellidos y las reglas del juego cambiaron. El informar sobre la vida de la alta sociedad pasó a convertirse en un negocio del entretenimiento. Donde puestos a ganar con las exclusivas, ganan todos.
Exclusivas de las que Aquí hay tomate de Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde fue gran responsable. El programa que se despidió en 2008 pese a su gran audiencia estuvo siempre marcado por la polémica, indemnizaciones y los tribunales. Y es que en sus “tomatazos” se metían en la vida de los famosos de una forma en la que nadie estaba acostumbrado.
Otro gran programa mítico del corazón televisivo fue Tómbola. Donde los polígrafos y las declaraciones hacían del programa autonómico todo un líder en las audiencias del 2000. Fue el primer programa que dejó a un lado a la alta sociedad y descubrió nuevos perfiles más cercanos (y baratos) en los que centrar la atención.
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En esta lista no podemos olvidarnos de la gran Anne Igartiburu que lleva ya décadas acercándonos el mundo rosa a través de Corazón, Corazón, que ha llegado a estar incluso en prime time, y que ahora se conforma con los findes de semana. No obstante, el programa que se ha mantenido, como dice Paz Padilla, navegando en la prensa rosa española mientras el resto iban cayendo uno por uno, es Sálvame.
Todo un programa que ha marcado el famoseo español con sus propios personajes protagonistas. Un formato de tarde, de largas horas de entretenimiento que ha marcado grandes hitos de la televisión. Puede que ahora esté en horas bajas, pero sigue resistiendo y marcando el ritmo de la prensa rosa española. ¿Desaparecerá? Nadie lo sabe, pero seguro que Jorge Javier, Belén Esteban, Paz Padilla y el resto de colaboradores lucharán para que no pase.