Verónica Forqué Vázquez-Vigo ha sido una gran actriz española, galardonada con cuatro premios Goya. Convirtiéndose así, en una de las actrices más premiadas en nuestro país. Sin duda, el mundo del cine ha perdido a una gran profesional y amante de de la profesión. Por ello, le hacemos un pequeño homenaje en su nombre, analizando su recorrido artístico en la gran pantalla.
Hija de grandes artistas, Verónica nació el 1 de diciembre de 1955. El arte le viene de cuna gracias a su padre José María Forqué, productor, y su madre, Carmen Vázquez-Vigo, escritora. José María fue el encargado de que su hija se iniciara en esta profesión. Pues, el director ha sido una gran figura en el cine, que ha aportado una extensa filmografía a España, incluyendo casi todos los géneros. Iniciando los setenta, Verónica comienza a ser parte de algunas películas realizadas por su padre. Pero no es hasta la década de los ochenta, que da el salto a la fama y su carrera comienza a propulsarse como un misil.
Criada en cuna de artistas, comienza sus andadas en el cine en 1972
En 1972, Verónica Forqué graba su primera película «Mi querida señorita», junto al director Jaime de Armiñán. Posteriormente, prosigue su camino junto a su padre en «Madrid, Costa Fleming» (1975), «El segundo poder» (1976), y «El canto de la cigarra» (1980). A partir de los ochenta, comienza a debutar para otros grandes directores como Almodóvar, Fernando Trueba y Fernando Colomo.
Forqué se convirtió en «una chica Almodóvar» gracias a su papel como Cristal en «¿Qué he hecho yo para merecer esto?» (1984) Y justo ahí, fue cuando diferentes productores y medios entendieron el gran potencial de la actriz. Pues no solo se había criado en una familia de artistas, ella era una gran artista por sí misma. Esta actuación la llevó a lo más alto y pudo trabajar junto a Trueba en «Sé infiel y no mires con quién» (1985) y «El año de las luces» (1986). Este último filme es el que hizo que Verónica en a penas quince películas pudiera hacerse con su primer Goya por actriz de reparto.
Esta etapa fue para la actriz como el Siglo de Oro, porque a tan solo un año de ganar su primer Goya, volvió a ganar otro, al que se le sumó un segundo. En 1988 Verónica conoce a Fernando Colomo, con el que trabajó en dos comedias de gran éxito («Bajarse al moro» y «La vida alegre»). En «La vida alegre» consiguió su primer Goya como actriz protagonista y acto seguido, ganó el segundo como actriz de reparto por «Moros y cristianos» de Luis García Berlanga. Entre sus apariciones más estelares, destaca «Kika» (1993), donde se convirtió nuevamente en «chica Almodóvar»
Su sonrisa traspasó fronteras, y tuvo presencia en la TV y el teatro
Su carrera no solo se basa en un amplio repertorio filmográfico, Verónica también ha participado en múltiples series de televisión y obras de teatro. A los más jóvenes, seguramente su cara les suene por su papel como «Alcaldesa» en «La que se avecina». Pero la actriz anteriormente apareció para hacernos reír en otras cadenas como La 1, con «Pepa y Pepe» (1995), «Eva y Adán, agencia matrimonial» (1990-91) o «Ramón y Cajal» (1982).
También ha sido directora de teatro, concretamente de tres obras: «La tentación vive arriba» (2000), «Adulterio» (2008) y «Españolas, Franco ha muerto» (2020). Además, la hemos podido ver tras el telón en muchas comedias de teatro que han sido un gran éxito de taquilla. «¡Ay, Carmela!», «Los cuerpos perdidos» o «Las cosas que sé que son verdad», son algunas de sus obras.
Verónica Forqué siempre se ha encargado de sacarnos una sonrisa en cada una de sus apariciones. Aunque, ahora, el mundo del cine llora su partida, siempre nos quedará ver alguno de sus papeles para recordar que la vida ha de vivirse siempre con un poco de humor.