Milán inaugura la esperada semana de la moda con las colecciones para hombre que veremos el próximo otoño/ invierno 2022- 2023. Prada nos presenta sus propuestas dando especial protagonismo al vanguardismo como principal elemento.
Miuccia Prada y Raf Simons dieron cita a algunos de los rostros más conocidos del panorama hollywoodense, invitándoles a representar lo que serán las propuestas del próximo Otoño invierno. Como primera sorpresa y para abrir el desfile, un icono de los años 90, Kyle MacLachlan, recordado por su papel en la serie Twin Peaks, y lo cerraba otro grande del cine, Jeff Goldblum,
de Parque Jurásico, pero no fueron los únicos rostros conocidos que desfilaron, tales como Thomas Brodie-Sangster, Asa Butterfield, Damson Idris, Tom Mercier, Jaden Michael, Louis Partridge, Ashton Sanders y Filippo Scotti también nos sorprendieron desfilando para la firma.
Prada ha bautizado el desfile como “Body of work”, haciendo alusión en la nota de prensa a la importancia de la moda, a la creación de piezas que tienen un propósito en nuestro armario y que hacen a la gente sentirse importante. La colección celebra la idea del trabajo en todas las esferas y significados. Proponen looks de manera formal y no casual.
Para dar veracidad a esa nota de prensa, el desfile ha estado lleno de propuestas donde la fusión de uniformes de trabajo han sido los protagonistas. Con cabida para vestir a todo tipo de empleados y trabajadores en cualquier entorno laboral. Desde la sobria sastrería del empresario y empleado de oficina, modificando la etiqueta tradicional de camisa y corbata o pajarita, donde la figura masculina emana una actitud más juvenil, a los uniformes de oficios, como los monos de tejidos extravagantes y tejidos livianos, de los cuales, Simons hizo alusión, negando que no podía definirlos como sastrería ni como streetwear.
La estrella del desfile ha sido el abrigo en casi todas sus versiones y formas. Apuestan por lo sintético, adorando abrigos en bajos y brazos; por las hombreras exageradas, haciendo un guiño a los añorados años 80; y por las cinturas estrechas ajustadas por cinturones en dichas prendas. La Bomber XL se interpreta en tono formal y los trajes de chaqueta van marcados por sus espaldas amplias y sus siluetas relajadas. En cuanto a los complementos, los guantes de colores, estrella en esta colección, así como las botas de punta cuadrada y bolsos maletín, son necesarios para culminar el look de estética Prada workwear.
En cuanto a los colores, gran variedad, desde los más clásicos como el blanco y el negro, hasta colores más potentes y llamativos como el amarillo, el rosa, el azul pitufo o el granate.
“El propósito de la colección es dotar de un mayor significado a la relación que se establece entre nuestro trabajo y el uniforme con que lo desempeñamos. Nos propusimos hacer moda con significado: ropa con sentido; prendas que nos hagan sentirnos importantes y que, en consecuencia, cobren también importancia en sí mismas; no verlas como algo de usar y tirar», explicó. “Que tengan significado, longevidad y relevancia. Lo clásico es un concepto clave”. Palabras de Miuccia Prada.
Como cada año la firma no ha dejado indiferente a nadie. La unión más poderosa del sector ha creado el tándem perfecto, fusionando una vez más el estilo clásico de Prada con el toque justo de Simonns.
Texto: Alexandra Xanló