Sí, suena raro. A las doce en casa parece el título de una comedia familiar que se estrene en los cines el próximo verano. Pero lo que es cierto, es que es una realidad. No es ninguna película. Estamos viviendo lo que la protagonista de Cenicienta vivía en su cuento Disney, ¿la diferencia? Nosotros no tenemos calabaza, tenemos un virus que ataca e infecta a los más vulnerables.
Llevamos meses hablando sobre coronavirus en España, en el mundo, en cualquier lugar y todos estamos hartos del tema. Pero no podemos mirar hacia otro lado, ahora no. Es el presente y nos está rodeando. Todos o casi todos, hemos tenido algún caso cercano de Covid-19, porque el virus está en la calle, no podemos olvidarnos. Posiblemente, ese caso no ha sido lo suficiente grave como hablan en los telediarios, o sí, pero eso no quiere decir que hagamos oídos sordos. Estamos ante una situación de alerta sanitaria – sí, por si no te habías enterado- llevamos ocho meses así. De nuevo todo está empeorando, todo está volviendo atrás, estamos retrocediendo, pero ¿qué estas haciendo tú? ¿te lo has planteado?
Quizás estes leyendo este post por casualidad, quizás te ha llamado la atención porque pensabas que era el título de la nueva película de Alex de la Iglesia, pero no. Esta publicación es para ti. Esta publicación está destinada a todas las personas que se creen libres en una sociedad limitada y afectada por una pandemia. No amigo, ahora no eres libre. Ahora tienes que olvidarte de tus libertades y mirar a tu alrededor.
»No amigo, ahora no eres libre. Ahora tienes que olvidarte de tus libertades y mirar a tu alrededor».
Se está muriendo gente, amigos, familiares o vecinos. No mires atrás, no busques tu vida antes de la enfermedad. Vive el presente. Quizás estas buscando aquellos días en los que los abrazos y los besos eran nuestro presente, pero ahora es pasado. Tranquilo, todo volverá, pero necesitamos tu ayuda. Necesitamos que valores la responsabilidad y la superpongas a la fiesta, al desmadre, a la vida. A esa vida antes del Covid. Te prometo que todo se normalizará, pero tienes que ayudarnos.
Parece que vivimos inmersos en un guion de una película de Tarantino desde hace varios meses, pero no, por desgracia no es así. No es una teoría conspiradora del gobierno de la nación. Sí, lo están haciendo mal, mucho. Pero ¿qué harías tú? ¿dejarías que se infecten tus abuelos, tus padres, tus amigos para que te quedes solo en la vida? No lo creo. Solo no eres nadie. Ya no tendrás la felicidad de antes del Covid, pero tampoco la de antes cuando sonreías con tu madre o llevabas flores a tu abuela.
»Demostremos que nuestro país no es solo un gobierno, ellos nos representan, pero la historia la escribimos nosotros».
Estamos de nuevo en un estado de alarma que nos obliga a estar en casa a las 12 de la noche. Que no es una locura, solo se intenta evitar contagios innecesarios y luchar contra el virus, vencerlo y recuperar nuestra antigua vida. Esa vida dónde los abrazos, los besos y las fiestas eran nuestra medicina. Dónde las sonrisas iluminaban nuestros días y la distancia social no era un estorbo. Esa vida donde en los bares se gritaban ‘Gol’ con más del aforo permitido. Pero si de verdad quieres esa vida, tienes que ayudarnos. No incumplas las reglas, sé coherente y responsable. Demostremos que nuestro país no es solo un gobierno, ellos nos representan, pero la historia la escribimos nosotros. Tú decides, si quieres ser el protagonista de la historia o acabar enterrado en la crisis sanitaria del 2020.