La Milan Fashion Week inunda todos los sentidos de los fashionistas, pero como en todas las capitales de la moda, unos nombres hacen más eco con otros. Porque las expectativas no se sitúan solo sobre el ‘título’, sino que toman especial relevancia la forma de presentación, trayectoria o incluso novedad. No obstante, hay un nombre que edición tras edición, tomaba especial relevancia entre los más fanáticos: Alberta Ferretti, y esta vez no iba a ser menos.
Femenina, romántica y empoderada. Así definiría la casa su visión de la mujer. Esta vez la casa italiana demuestra que dichas características siguen siendo los imprescindibles de la firma. «La ropa de día, la confección y la feminidad son los elementos del nuevo contemporáneo. La colección Alberta Ferretti Fall Winter 2020/21 explora una moda poco convencional a través de un estudio de ropa de día bien hecha a medida. Tradicionalmente, asociado con la confección de los hombres, las telas a cuadros se usaban para reinventar la estética clásica de la ropa de mujer y producir una visión nítida de la feminidad contemporánea«, nos cuenta el equipo de la firma.
Sin embargo, la novedad (y la sorpresa para muchos) se sitúa sobre un color que llama la atención de los presentes: el negro.
Tras la volatilidad de los tejidos o los colores pastel de las damas de honor de Chiara Ferragni, Alberta Ferreti apuesta por tejidos mucho más consistentes, siendo las pieles (sobre todo, el cuero), la apertura de la nueva colección. En la más abrupta de las penumbras, la casa italiana nos muestra sus propuestas armadas de traje y chaqueta o pantalón y torera, sobre un negro azabache, mate o brillante.
Es la interpretación más dark de su visión de la mujer, que a la vez, y poco a poco, se convierte de negros a grises, aunque persiguen la misma estructura: estilismos estructurados que entallan la cintura, enfatizando la figura femenina. Además, y casi al final, Alberta Ferretti nos da una lección de estilo, introduciendo notas de color que acaban por convertirse en los reyes de la pasarela y la atención de todos los stories de los presentes. Destacan desde azules hasta rojos, pasando por lilas y rosas. ¿Los complementos? Visibles en cinturones y maxicollares dorados.
Aparecen vestidos vaporosos y tejidos más fluidos. Regresan las figuras románticas y femeninas que comienzan con lazadas al cuello y acaban con volantes en las faldas. A pesar de todo, la colección culmina de forma cíclica, justo cómo comenzó, con apuestas dark dignas de la alta costura y del nombre de Alberta Ferretti.