Alex Foxton es un diseñador inglés que dedicó su vida a la moda hasta que decidió hacerse autónomo y comenzar la profesión de sus sueños. Sin haber ejercido nunca la pintura, el artista se dispuso a coger un pincel hace cuatro años y le ha llevado a tener su propia exposición llamada Ultra- Marine en la Galería Derouillon en París. Aunque no ha dejado su carrera de modisto vivir en la capital francesa le ha permitido explorar sus capacidades del mundo del lienzo.
Comenzó colgando sus trabajos en su cuenta de la red social Instagram y ha acabado creando un proyecto con una de las galerías más importantes de Francia. Compagina su pintura con las colaboraciones de la marca Dios y su nueva lista de clientes conseguidos gracias a su reciente faceta. Este despunte surgió a principios de 2020, cuando Kim Jones, director artístico de ese entonces de Dior Homme le pidió colaborar con su línea de moda a través de la pintura. Así han sido reflejados en diversos modelos de ropa como chaquetas y bolsos de la colección.
https://www.instagram.com/p/BxeaLwWo9A6/?utm_source=ig_web_copy_link
Foxton estaba acostumbrado a representar figuras de hombres semidesnudos llenas de color y muy reconocibles. Además, según Jones sus obras son «muy personales y poseen muchos colores y una técnica increíble e inigualable». Según Foxton la elección de los colores está muy premeditada. Se trata de tonos que se consideran de mala calidad, afeminados y poco serios. Pero, para él, es lo primero que hay que organizar a la hora de planificar el dibujo. Por eso quiere fusionar estas tonalidades con el cuerpo de un hombre.
Sin embargo, aunque es un personaje muy reconocido en el mundo del arte no pretende crear su propia marca. Para él, existe una mayor sensación de superación y éxito al ver su firma en los diseños. Todo ello para probar que ha sido él mismo quien ha ideado y planificado los bocetos de principio a fin. Quiere seguir separando su vida de la moda y su vida en el lienzo como dos de sus mayores pasiones y que prosperen para llegar a tener un gran éxito.
Alex Foxton no visualiza nuevos cambios en su estilo de vida. Localizado en las afueras de París y rodeado de restaurantes de comida rápida y muy pocos transeúntes. En un estudio básico para desarrollar nuevas ideas y nuevos proyectos. Sin distracciones y, sobre todo, con una idea muy clara: hacer lo que más le gusta sin presiones.