El Coronavirus ha cambiado de diversas maneras nuestro estilo de vida. Desde nuestros planes de ocio, hasta nuestras costumbres o, incluso, nuestra forma de trabajar. Esto último ha sido lo que más perjudicado se ha visto, durante la cuarentena se ha aumentado hasta un 34% el trabajo online desde casa. Por ello, hoy descubriremos algunas claves para teletrabajar y no morir en el intento.
Debido a trabajar desde casa, nuestros horarios de comida y limitaciones se han modificado drásticamente. Al realizar las tareas en nuestro propio hogar muchas personas no han sabido diferenciar el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso. También nuestras relaciones se han alterado, e incluso disminuido provocando un aislamiento con el resto del mundo. Además, nuestra alimentación se ha visto dañada ya que la cocina quedaba a unos metros de distancia siendo muy fácil caer en la tentación. Por estas razones y muchas otras el teletrabajo no es una práctica tan idílica como parece.
Una forma de no sucumbir podría ser marcarse un itinerario para distinguir el horario laboral y el personal. Mantener el hábito normal de trabajo, levantarse a la misma hora y trabajar las horas establecidas es la mejor manera de adaptarse a la nueva situación más rápido. Además, es importante marcar un final de la jornada claro, así al terminar la jornada no haya ningún contratiempo que tenga que solucionarse fuera de ese horario.
Una de las claves para despejarse y mantenerse fuera de ese ambiente es el ejercicio diario. Andar o caminar todos los días media hora para desinhibirse de la zona de trabajo. Puede ser antes de comenzar a trabajar, o tras terminar para eliminar la tensión causada. Así también permitirá el contacto con otras personas y evitará el aislamiento.
Es muy importante definir el espacio de trabajo, lo que sería la oficina. Igualmente es imprescindible intentar que esa zona no sea un lugar en el que se pase mucho tiempo. Para poder descongestionar la tensión y el entorno. Encontrar un sitio cómodo y lejos de distracciones, y sobre todo mantener el móvil y ordenador alejados son unas de las mejores ideas.
Por último, si se utiliza una ropa deportiva, o el mismo pijama, por muy cómodo que sea es un claro error. Hay que mantener la costumbre del trabajo en oficina, tanto en la vestimenta como en la mentalidad. Y, sobre todo, hidratarse bastante, además de surtirse de todas los elementos necesarios para evitar realizar viajes a la cocina u otros espacios y perder la concentración.