La firma Alvarno volvió presentar sus propuestas para la temporada primavera-verano 2017 durante la prestigiosa Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. En esta colección, el universo Alvarno apuesta por los polos opuestos que se unen mediante la moda y la estética en su máximo esplendor. Cada pieza es vibrante, enérgica y colorista, es arte y abstracción inspirada en la obra de Georgia O’Keeffe.
Con una brillante puesta en escena donde la pasarela recreaba el parking de una discoteca de cualquier sitio mediterráneo con sus coches aparcados llenos de polvo, sus palmeras y sus cañones de luz, y las chicas desfilaban como si estuvieran a punto de entrar en la discoteca de moda con su pandilla de amigas
Una deslumbrante colección en la que Alvarno vuelve a apostar por una estética contradictoria. Por un lado, se emplean tejidos fluidos y ligeros que, por otra parte, se combinan con motivos geométricos. Contrastes entre acabados mate y satinados. Animal print, tanto en pantera como en cebra, dibujados sobre teas de seda o en oro. Elementos futuristas que se entremezclan con encajes artesanales que han sido teñidos a mano. Con estas propuestas queda patente la clara innovación y experimentación de la que Alvarno es fan incondicional.
Como novedad, en esta colección Arnaud y Álvaro han introducido el pantalón cargo para aligerar la propuesta, aunque combinados, eso sí, de la manera más lujosa posible: con tops de encaje brillante ‘tail hem’ y sandalias decoradas con cristales de Swarovski, que forman parte de la primera colección de calzado de los diseñadores.
Para la firma el color es el encargado de proporcionar la parte emocional, por eso han optado por colores tan esenciales como el azul cobalto, que inspira mar y aire, el rosa fucsia, transmisor de la seducción y el misterio, la luz y riqueza del oro o el verde kaki que nos traslada a un mundo de energía y naturaleza. Y para ello, nada como llenarlo todo de color y convertir la pasarela en la salida de un club nocturno, todo ello sin olvidar los básicos, como el negro y el blanco, barroco sin caer en el exceso, elaborado sin dejar de ser moderno, fresco y rompedor.
Lo mejor de la colección: las mezclas con las que juegan, tan pronto apuestan por vestidos de noche como por pantalones cargo y sudaderas, siempre, eso sí, en su versión más sofisticada, donde el mensaje final es que una mujer puede ser sexy con todo lo que se ponga, siempre que se sienta cómoda y vea reflejada su propia personalidad. Una oda al nuevo feminismo que nos encanta.