Ángel García Crespo: «Cada vez que actuamos hay un motivo por detrás»

Abril presume de ser el mes con más literatura del año, y a pesar de que este 2020, Sant Jordi lo celebraremos con rosas de plástico y libros electrónicos, los escritores no paran de crear. Porque nuestras estanterías, ya sean de madera o estén en la nube, pueden llenarse de historias que merecen la pena que sean leídas. ¿La última? «Hay motivos, la fiesta del cordero», del escritor Ángel García Crespo

Por eso, hoy hablamos con él de su vida (en cuarentena), de su libro y de su expansión internacional, ya que ha tenido la suerte de poder presentarlo en Miami y de recibir una calurosa bienvenida por parte de los lectores norteamericanos. Esto es lo que tiene que contarnos.

No hay duda de que «Hay motivos, la fiesta del cordero» es una historia interesante, ¿pero qué tiene el thriller que no tiene otro género?

He hecho un pacto con los lectores de “Hay motivos”, porque en la novela hay hechos reales que se mezclan con otros que no lo son tanto, y algunos que nunca han sucedido… Así que, queda a la imaginación del lector averiguar cuál es cada uno. Nuestra vida es en el fondo un ‘thriller’, está llena de decisiones que no sabemos dónde nos llevarán, como le sucede al protagonista de “Hay motivos” (yo mismo) ¿Qué hubiera pasado si durante la fiesta Jorge no hubiera encontrado el túnel? Os puedo decir que mi vida hubiera sido distinta.

Hay personajes con mucha fuerza. En la historia, ¿los protagonistas son ingenieros porque es la profesión que ejerces?

Son ingenieros porque lo que cuento en la novela me sucedió a mí durante mis estudios de ingeniería. Si hubiera estudiado otra cosa es muy posible que hubiera escrito otra novela.

«Nuestra vida es en el fondo un ‘thriller’, está llena de decisiones que no sabemos dónde nos llevarán»

 

En cuanto a la relación que uno de los personaje mantiene con Eva, da la sensación de que, en la inmensa mayoría de ocasiones, Jorge se intenta escusar con que no es machista. ¿Dirías que es algo que os representa hoy en día a la mayoría de los hombres?

No creo que el protagonista se excuse nunca de su forma de comportamiento, como el mismo dice: “sigo pensando que hombres y mujeres tenemos comportamientos distintos, y que el que crea que ante la misma situación vamos a comportarnos igual, está muy equivocado, o equivocada”. Esto no es una excusa, es una opinión que el personaje tiene respecto a cómo los demás pueden pensar sobre sus acciones, ante todo sinceridad y nada de politicocorrectismo.

Es una historia que comprende tres tramas en la que se mezclan el amor, la política y la intriga… ¿Dirías que estos son los tres pilares de la vida?

No creo que la vida tenga tantos pilares, la vida es muy complicada y tres son muchos. En el fondo, lo que todos queremos es vivir con tranquilidad, lo que sucede es que nos complicamos la vida. Por eso, hay que tener muy claro cuáles son nuestros motivos para actuar como actuamos y no caer en la fácil tentación de no pensar en que es lo que de verdad nos impulsa.

Por ejemplo, el amor que surge entre Eva y el protagonista le hace tomar la difícil decisión de abandonar todo lo que había sido, y él es consciente de que lo que de verdad quiere es vivir su vida con ella por encima de todo, como dice él “No es una decisión fácil, no lo es, porque significa romper con lo que has sido, con toda tu vida anterior, es una catarsis demasiado dura para acometerla sin darle tiempo al cerebro a que lo asimile.”

«En el fondo, lo que todos queremos es vivir con tranquilidad»

Y ya entrando en materia… Es mi obligación preguntarte, ¿suspenden muchos alumnos tu asignatura?

Ninguno. Intento que los alumnos se esfuercen lo máximo posible, tarea difícil porque compito con otros focos de atención mucho más atractivos. Siempre he considerado un fracaso como profesor que los alumnos suspendan. El objetivo debe ser que aprendan, no que aprueben, si aprenden entonces deben aprobar. Para conseguirlo les exijo a ellos y ellos a mí.

Que alumnos secuestren a un profesor porque no pasan una determinada materia es algo que puede que a alguno se nos haya pasado por la cabeza, ¿no temes haberle dado una mala idea a tus alumnos?

Espero que sí. Lo que hacen esos alumnos es no quedarse quietos ante una injusticia, esa fue mi inspiración. ¿Qué hacer ante una injusticia? ¿Quedarse quieto y tragar con ella o buscar una forma de solucionarlo? Ojalá cualquiera que esté sufriendo una injusticia tenga el valor de hacerla frente, porque todos ganaremos con ello.

«Ojalá cualquiera que esté sufriendo una injusticia tenga el valor de hacerla frente, porque todos ganaremos con ello»

¿Y por qué un hombre de ciencias se lanza a escribir un libro?

Bueno, creo que soy una persona con inquietudes y ganas de hacer este mundo un poquito mejor. Cuando empecé a escribir, de eso hace ya bastantes años, lo hice porque una idea se me apareció en la mente y me puse a ello. Sin saberlo descubrí que escribo bien, (no solo lo digo yo, sino los premios que he conseguido), y que además, me gusta escribir.

En el fondo mis novelas, las obras de teatro que he escrito y las películas que he dirigido son problemas que hay que resolver. Así que, para eso me ha venido bien la formación como ingeniero que consigue que en mis novelas, obras de teatro o películas no se quede ningún hilo suelto, todo tiene su motivo y su por qué.

¿Qué encontraste de atractivo en Miami u Orlando para presentar allí la novela?

En Estados Unidos son mucho más receptivos. Tienen la mente más abierta y están dispuesto a apoyar a las personas sin ningún tipo de prejuicio, cosa que en España es mucho mas difícil. El mercado español es mucho más reducido en comparación con el norteamericano y hay muchas luchas por mantener las cuotas impidiendo que alguien pueda abrirse camino. Allí todo ha sido mas fácil. Pude presentar en una de las principales librerías de Miami sin problemas y salí en los principales noticieros sin hacer mucho esfuerzo.

«En Estados Unidos son mucho más receptivos. Tienen la mente más abierta y están dispuesto a apoyar a las personas sin ningún tipo de prejuicio, cosa que en España es mucho mas difícil»

Entonces, ¿dirías que la industria editorial española aún tiene mucho que trabajar?

Lo que diría es que está dominada por grandes grupos extranjeros que tienen multitud de sellos, pero que en el fondo son lo mismo. Después hay editoriales medianas que viven en continua lucha y, por último, algunas pequeñas que buscan un público harto de leer siempre lo mismo de los mismos. No hay una visión a largo que mire como están cambiando los hábitos de lectura y los intereses de los lectores. Lo que nos deja una situación desoladora

¿Y qué es lo que necesita una persona para escribir un libro?

Valor y algo que contar. O quizás debería decir, algo que contar y valor. Tienes que querer decir algo, tiene que haber algo en tu interior que te obligue a dedicar horas delante de la pantalla. Algo que consideres necesario e imprescindible que otros sepan. Y después, valor para enfrentarte a la pantalla en blanco.

¿Y qué “motivos” hay para leer “Hay Motivos”?

Cada vez que actuamos hay un motivo por detrás. “Hay motivos” nos enseña que cada uno tenemos nuestros motivos, es por lo tanto un canto a la conciliación en estos tiempos tan convulsos en los que estamos, no se trata de convencer al otro para que cambie de opinión, si no de comprender que el otro puede tener una opinión distinta a la tuya y que no hay ningún problema en eso.

Por eso el protagonista y Eva se llevan tan bien, porque aunque son de opiniones políticas distintas los dos entienden que no hay que cambiar al otro sino convivir con él: “Nuestras discusiones eran todas políticas, teníamos en común que opinábamos lo contrario, y eso estaba bastante bien, con las otras novietas que tuve no tenía nada en común, pero nada, nada, así que las conversaciones eran de lo más simples, todas terminaban en follar, por no tener otra cosa mejor que hacer. En cambio, con Eva terminábamos follando para reconciliar nuestras posiciones políticas, bueno, sobre todo las suyas, yo me considero capaz, a esas alturas, de defender cualquier postura, pero para ella eso era inconcebible.”