El debate sobre la funcionalidad de las redes lleva años vigente. Instagram sí, Instagram no. Plataforma superficial que solo sirve para perder el tiempo o lugar de encuentro e intercambio sin límites. Tú eliges en qué orilla del río te sitúas. Cuidado con saltar sin tener la decisión muy clara, la corriente suele estar revuelta.
Seas del equipo que seas hay algo que no puede negarse, en tiempos de coronavirus, Instagram nos ha unido. Se ha convertido en un puente de solidaridad, difusiones masivas de vídeos que sacan tu lado más sensible, challenges que le tienen la guerra declarada al aburrimiento, e iniciativas (el aplauso de agradecimiento de las ocho de la tarde se ha convertido en tu momento favorito del día) que solo pueden traducirse de una manera: estamos contigo, todo saldrá bien.
Tanto es así que numerosas empresas han ofrecido gratis sus servicios durante el confinamiento; Movistar Plus regala un mes de acceso a su plataforma (si eres cliente te ahorras una cuota), el Grupo Hearts ha anunciado que la lectura de sus revistas digitales (entre las que destaca ELLE) también es gratuito en Kiosko y más desde el 12 de marzo y la plataforma con miles de documentos, libros o audiolibros Scribd ofrece todo su contenido sin coste alguno durante 30 días. Incluso otras de menor calibre ofrecen asesoramiento y terapias gratuitas a través de sus cuentas de Instagram a cambio de algo muy sencillo, #quédateencasa.
Si te preguntas qué puedes hacer tú desde tu casa para aportar tu semilla en una tierra árida, la respuesta es mucho. Existen numerosas iniciativas solidarias que piden a gritos un poco de agua, riégalas.
Esta iniciativa creada de la mano de María Pascual, Cyrclo, Natural Restaurant y Nora Real Fooder junto con la asociación AjundantAjudar han puesto en marcha el primer catering solidario para los sanitarios que, con la ayuda de Correos, llevarán comida saludable a los hospitales de Madrid y Barcelona. Ahora más que nunca es nuestro deber cuidar de los que no dejan de cuidarnos a nosotros durante todo el año y, ante esta situación, mantienen la entereza y sobre todo, una sonrisa tan complicada y necesaria para los pacientes de coronavirus que luchan lejos de sus seres queridos.
Para llevarlo a cabo han habilitado un proyecto de crowfounding en Go Found Me con el que se pretende recaudar al menos 10.000€ como punto de partida. Por cada 5€ un sanitario tiene una comida saludable con ingredientes frescos. Desde el próximo 30 de marzo, el catering solidario enviará 250 menús diarios. ¿Ayudas a nuestros héroes?
La Asociación Bokatas acompaña a personas sin hogar en Madrid, Zaragoza y Valencia. Ante el cierre de comedores sociales, esta organización ha decido repartir entre una o dos personas tandas de alimentos no perecederos a este grupo desfavorecido para que puedan comer durante la cuarentena. Si quieres ayudar con un pequeño donativo, puedes hacerlo en la cuenta bancaria de la ONG: ES34 0081 01989 8900 0195 2004 o enviando un bizum al número +34 649 16 50 80. Recuerda que cualquier aportación es una importante ayuda.
La falta de recursos de protección para los sanitarios ha sido y es uno de los principales problemas durante la pandemia. Así, numerosas empresas e individuales han sacado su lado más proactivo donando tanto material como tiempo y ganas para la creación de mascarillas.
La influencer Rocio Osorno ha puesto a disposición su taller para la confección y posterior donación de las mismas, y solicita ayuda de otros talleres que puedan colaborar. Este proyecto también se está llevando a cabo en pequeñas empresas que aportan sus recursos para crear mascarillas para las residencias de ancianos y centros sanitarios.
Es el caso de Javier Castillo quien desde Fierro Sport S.A. puso en marcha la confección de mascarillas de tela para aquellos que más la necesitasen. En el camino se unió Juan Alberto Muñoz diseñador de moda, (@albertomunoz_official), quien ha conseguido que colaboren un equipo de 30 particulares que cosen desde sus casas. La segunda producción cuenta con la ayuda de Zambu Higiene para que las próximas mascarillas cuenten con TNT y puedan repartirse a los hospitales.
Aún así, existe una ayuda que tiene un gran peso en esta terapia colectiva, la ayuda a desconectar; compartir con tus contactos tus películas favoritas o esa idea que parte del aburrimiento y os ha hecho reír a toda la familia. Aquella canción que nace del dolor pero acaba en una sonrisa esperanzadora. El texto que nos ayuda a reflexionar. La anécdota que nunca te atreviste a contar pero con la que muchas personas se sentirán identificadas. Alejandra Echevarría, maquilladora, creó hace algunos días una letra con la famosa canción de Leonard Cohen que ha derivado en una cadena musical donde diferentes artistas se han atrevido a sentirla y transmitirla a través de sus cuentas de Instagram.
Y como la serie After life nos enseña, desde HOY Magazine os mandamos este necesario mensaje: la vida siempre merece la pena.
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