La nutrición humana nunca ha estado bajo mayor escrutinio. Estudiamos todos y cada uno de los alimentos de nuestra cocina y son escasos los que se salvan de ser racionados, reducidos o directamente eliminados de nuestra dieta. Pocos sobreviven intactos, pero la avena, permanece en su pedestal de superalimento. Veamos por qué.
La avena es un alimento integral, uno de los cereales más antiguos que utiliza el ser humano, conocido científicamente como Avena sativa . La composición de nutrientes de este vegetal está perfectamente equilibrada. Está cargada de importantes vitaminas, minerales y compuestos vegetales antioxidantes. Unos 80 gramos de este grano contienen 51 gramos de carbohidratos, 13 gramos de proteína, 5 gramos de grasa y 8 gramos de fibra, pero solo 303 calorías. Constituye así una fuente nutritiva excepcional, a la par que una fuente natural de energía saludable.
La composición de nutrientes de la avena está perfectamente equilibrada. Está cargada de importantes vitaminas, minerales y compuestos vegetales antioxidantes.
Además, la avena es rica en antioxidantes y unos compuestos vegetales beneficiosos llamados avenantramidas, que se encuentran casi exclusivamente en este cereal (su nombre ya da una pista), y que pueden ayudar a reducir los niveles de presión arterial al aumentar la producción de óxido nítrico. Esta molécula ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y favorece, por tanto,un mejor flujo sanguíneo
La avena contiene igualmente grandes cantidades de beta-glucano, un tipo de fibra soluble que, al combinarse con el agua, forma en el intestino una solución similar a un gel, y que conlleva unos cuantos beneficios para nuestro organismo. Además de favorecer una correcta gestión de los azúcares, al retrasar el tiempo que le toma a su estómago digerir los alimentos este componente puede aumentar la sensación de saciedad y contribuir una menor ingesta de alimentos. Podemos evitar así el temido picar entre horas.
El salvado de avena, la capa externa rica en fibra que recubre el grano, puede ayudar (como todos los alimentos ricos en fibra) a regular el tránsito intestinal y mantener una flora sana y fuerte. Por otra parte, este cereal está naturalmente libre de gluten. Maravillosa noticia, ¿no?
La forma más popular de desayunar avena es preparar las típicas gachas de avena, que podemos acompañar de cualquier tipo de fruta (plátano, bayas, cítricos…), frutos secos u otros aderezos (chocolate, canela, un toque de azúcar moreno…).
La avena es un alimento que todos deberíamos considerar como base para nuestro desayuno. No solo por su gran valor nutritivo, sino también por su versatilidad y facilidad de consumo.
Si andamos muy cortos de tiempo, existen muchos productos preparados que contienen avena. Desde el típico muesli y la granola a diversos tipos de pan y barritas energéticas. Sin embargo, te recomendamos que compruebes los niveles de azúcar de estos alimentos. El contenido de avena no garantiza su idoneidad nutritiva.
En definitiva, la avena es un alimento que todos deberíamos considerar como base para nuestro desayuno. No solo por su gran valor nutritivo, sino también por su versatilidad y facilidad de preparación y consumo. Si todavía no lo has hecho, anímate a probarla y experimenta con lo que tengas por la cocina. Te aseguramos que no te defraudará.