¿Los principios? Idílicos, mágicos, increíbles… Las historias también terminan y los baches aparecen. La historia de las coronas de los mejores vestidos de los BAFTA y Grammy 2019 también. Por eso, y mordiéndonos la lengua de la rabia que nos produce, os enseñamos a las perores vestidas de los premios.
Kate Perry y Kylie Jenner
El estilismo de Kate Perry y Kylie Jenner no nos termina de convencer, por muy de Balmain que sean. En el caso de Kate, hay que decir que no es un vestido fácil de llevar, aunque no es excusa, parece una flor de capa caída. Kylie… De Kylie no sabemos qué decir, pero si pretendía remasterizar a Aurora de ‘La bella durmiente’, que sepa que no lo ha conseguido. ¿Qué tendrá Balmain y el rosa que no funciona?
Claire Foy y Amy Adams
Nos duele muchísimo rechazar el vestido de Claire Foy porque es un Óscar de la Renta, pero no lo ha lucido. El vestido en sí no es feo, pero no nos dice nada, demasiado soso. En el caso de Amy Adams, el vestido no le favorece nada (y eso que es de Prada, y Prada…. Es mucho Prada). El escote, el corte, la talla, el color… Amy, cambia de estilista porque te han aconsejado fatal.
Lele Pons
Nuestra Dulceida Latina, la que no sabe que hay determinados cortes que no le quedan bien. Monocromía en estampado, dorado, pedrería y cola. Muchas veces nos lo colocamos todo y no obtenemos un buen resultado. A veces se gana y otras se pierde.
Tiziana Rocca
La productora y actriz Tiziana Rocca ha escogido un vestido muy, pero que muy romántico- es más, casi vomitamos corazónes. Conescote palabra de honor y falda asimétrica con cola(este año ha sido el año de las colas, al parecer). El vestido es un diseño blanco con flores en un rosa empolvado, y no es una mala elección. Lo que ha estropeado por completo un look pasable han sido esos botines espantosos de color color negro y de punta redonda ¡redonda!
Hennessy Carolina
Vamos a ver, te puede gustar o no el naranja butano, ahí no entramos. Pero querida, se te han olvidado los pantalones. Esas mangas abollonadas tampoco tiene sentido. El satén, un tejido tan sexy y tan maravilloso ha quedado rebajado a lo vulgar. El Vogue de los años 20 es maravilloso, pero este look ni es sofisticado, ni es de superball, ni mucho menos es apto para un evento de tal envergadura como son los Grammy. Soy yo y despido al estilista.