Olivier Rousteing sube el volumen en su desfile con Balmain Music Experience. Desde que Rousteing está al mando de Balmain, lleva ya más de 10 años, nunca ha roto con la ilusión previa y la sorpresa que supone cada show. En esta ocasión, pese a estar llena de novedades, hay cosas que no cambian. Un claro ejemplo ha sido el denim, que vuelve a ser protagonista. También destacan el cuero y las sudaderas de capucha.
Durante el Balmain Music Experience, los asistentes pudieron disfrutar de las actuaciones de Darren Criss, Rag’n’Bone Man y Years&Years. El escenario, situado en el Jardin des Plates de París, fue utilizado no solo como escenario sino como pasarela también.
Entre humo, como verdaderas estrellas de rock, decenas de modelos desfilaron en mitad del concierto. Es entonces cuando pudimos analizar la nueva colección. En ella destacan las piezas futuristas en tonos plateados y prendas metalizadas o con espejos.
Aparte de las actuaciones en directo, este festival contó con su propio merchadising y food trucks, como si se tratase de uno de verdad. Se organizó en colaboración con (RED), una organización que recoge fondos para luchar contra el sida.
Pero, la pregunta que todos os estáis haciendo ¿quién estaba invitado? ¿se podían comprar entradas? Veréis, como en todo festival había zona VIP y pista. Para acceder al reservado tenías que estar acreditado como profesional de la moda (periodistas, influencers, modelos…). Sin embargo, los 1.500 asistentes como público general consiguieron su entrada de forma totalmente gratuíta a través de la página web oficial del festival.
En el VIP pudimos ver a aunténticas estrellas como Natalia Vodinova con un look vaquero al más puro estilo Balmain, como si se tratase de un streetstyle de Coachella.
Después del desfile, la casa francesa dejó a todos boquiabiertos con la actuación de Kiddy Smile, una de las principales referencias en la escena de música electrónica actual. Sin ninguna duda, Balmain nos ha demostrado que la moda y la música se pueden unir por una buena causa.