Este fin de semana, Beyoncé ha hecho historia en el festival Coachella, al convertirse en la primera mujer de color en encabezar el evento musical que se realiza desde 1999. Con tal especial ocasión, volvió a Destiny’s Child y cantó el himno nacional negro representando a su comunidad, en una noche en la que Beyoncé se convirtió en una aplaudida manifestación del empoderamiento de la mujer en la industria musical, dejando claro una vez más, que la sexy diva afroamericana se encuentra en el mejor momento de su carrera.
Pero si hubo un motivo por el que Beyoncé brilló en este multitudinario festival fue por su vestuario, lleno de potentes y curiosos símbolos y firmado nada y nada menos que por Balmain, en una colaboración que sin duda, marcará un antes y un después en la perfecta unión entre música y moda.
En total, Beyoncé tuvo cinco cambios de vestuario en su presentación. Los incrédulos asistentes al festival celebraron que Beyoncé saliera al escenario con atuendos que representaban a dos minorías que han sido discriminadas a lo largo de la historia: la comunidad negra y las mujeres.
Su primer atuendo, un traje inspirado en la reina Nefertiti, estaba brillantemente adornado con miles de lentejuelas negras y doradas, y al que añadió magistralmente una larga capa a juego, en un claro mensaje a favor de la libertad y el poder femenino.
En otro de sus atuendos, Beyoncé y su equipo de trabajo colocaron un escudo en un atrevido top que mostró el busto de la reina egipcia, una abeja, una pantera negra y un puño negro, enviando un mensaje en favor de los derechos civiles de la comunidad afroamericana.
La cantante también llevó una camiseta amarilla de Beta Delta Kappa con las letras ‘BAK’ como motivo principal, letras que al ser leídas rezan ‘back’, por lo que anunciaba de esta forma su regreso. El look lo culminaron una botas de Christian Louboutin.
Un sugerente y ceñido body negro fue el último look elegido por Beyoncé para dar por concluida su esperada presencia en este festival, que año tras año va logrando millares de adeptos y que se ha convertido en el lugar de reencuentro de las celebrities más cools del momento.
Una noche que consolidó un trío perfecto: un concierto para el recuerdo, un espectacular vestuario y una mujer que sin duda dejará huella en la industria musical.