Tras Milán, llega el turno de París. Esta semana han dado comienzo de la París Fashion Week, presentando las colecciones del próximo otoño.
Una de las firmas protagonistas fue Balmain, presentando un desfile que representa un viaje en el tiempo y a la vez un recorrido por la historia de la casa. Su diseñador, Olivier Rousteing, ha querido hacer referencia a dos momentos de su vida: la Segunda Guerra Mundial y la actual pandemia mundial.
Pierre Balmain, creó su firma poco después de acabar la guerra, lo que convirtió a la firma en una marca optimista y con un fuerte sentimiento de escapismo, y de salir a un mundo nuevo. La idea de que la pandemia nos ha impedido estar juntos, hace referencia a un viaje, una vía de escape para salir del mundo en el que nos encontramos. Un viaje que nos lleva a la luna, soñar con un mundo nuevo, un futuro mejor. La colección se basa en tres partes: el Balmain de los abrigos cortos y vestidos de los años 60, el mundo de la aviación y el último capítulo de la tierra a la luna.
La presentación se grabó en un hangar de Air France, en París. Un desfile inspirado en la línea aviadora, proponiendo un armario rompedor y inspirada en una nueva normalidad.
“La palabra con que describiría esta colección es nonchalance. No es una colección de ropa para estar por casa, no creo que en seis meses sigamos todos llevando pijamas; pero sí creo en un mundo en el que todos queramos tener un abrigo, una maleta y un jersey preciosos y coger un avión para ver a nuestros amigos” cuenta el creativo.
Por otro lado, Maria Grazia Chiuri nos traslada a un mundo fantástico con su nueva propuesta para Dior. Un cuento de hadas con un fuerte mensaje: reflexionar sobre los estereotipos de la moda presentes en la sociedad. El negro destaca en la paleta cromática, incorporándose en faldas, chaquetas, y faldas de tul formando un paisaje oscuro donde predominan las siluetas. Destacan los vestidos de noche, con estética de princesa, bordados ingleses y transparencias con estampados de lo más rompedores.
La feminidad está presente, pero no de cualquier de manera, sino de la manera más humana para mostrarnos que la percepción del cuerpo ha cambiado, y los puntos de vista de la mujer actual también. La magia ha tomado un camino diferente, menos idealista y clásico, y más valioso y concienciado.