Belén Rueda habla de ictus que sufrió abiertamente y lo confiesa todo

Belén Rueda, de 58 años, está una vez más en «El Hormiguero» para hablar de su último proyecto. La actriz ha añadido un nuevo título a su larga lista de películas de terror. En el que la protagoniza el drama sobrenatural ‘La ermita’, el cual trata sobre que se ha metido en la piel de una falsa médium llamada Carol, que está atormentada con su pasado. Sin embargo, también hablo sobre el rodaje y el drama, pero esto conllevo que en un momento Pablo Motos se saliera del guion, en el que además de invitada es amiga del presentador, en el que esta conexión permitió que todos los espectadores de ‘El Hormiguero’ conozcan más allá algo de la actriz que no había compartido con el público e indico: «No lo había contado antes». 

«Hubo una época en la que estabas durmiendo unas tres o cuatro horas al día. No más. Hasta que el cuerpo te dio un aviso, uno muy serio. Creo que fue un ictus transitorio», lo ha desvelado el presentador de ‘El Hormiguero’. El miedo era más profundo y mucho mayor de lo que Belén había creído originalmente.»Pensé que era una lipotimia. Con eso te da un mareo y pierdes la conciencia durante un tiempo muy cortito, pero ya está. Llamé a mi hermana para que viniera, que vivía al lado y está acostumbrada a verme. Fue ella la que decidió que iba a llamar a una ambulancia», argumento.

El estrés y su ritmo de vida la llevo a tener un ictus transitorio

Con teléfono entre manos, la actriz y su hermana se enteraron de que hay tres cosas que hacer ante una situación así.»Hay tres cosas que te pueden salvar la vida: sonreír, llenar los carrillos de aire y cerrar los ojos e intentar tocarte la nariz. Depende de la zona de la cara que te tocas, es que está afectado una parte del cerebro u otra», argumento. En el que no sufrió la enfermedad que Belén creyó en un principio que fue una lipotimia, sino un ictus transitorio. «Me dijeron que era estrés por lo cual no era bueno el ritmo que estaba llevando«, indico.

 

Los especialistas estaban muy pendientes de Belén. «Fue entonces cuando se dieron cuenta que tengo una aneurisma», a consecuencia de eso ella tuvo una charla muy contundente con su neurólogo. «Cuando pasan este tipo de cosas parece que estás peor, pero lo cierto es que no es así. Mi neurólogo me dijo que ahora estaba mejor que antes y es verdad. Lo cierto es que hay un tiempo en el que cualquier molestia o dolor lo achacas a eso. Tiendes a pensar en lo peor», ha argumentado.

Belén estaba asustada, así que tomó el asunto en sus propias manos. Cambió su rutina y se cuidó más, pero eso no le impidió abandonar el set. «Un mes después estaba rodando con (Daniel) Calparsoro», agregó. Es decir, este hecho tuvo lugar unos meses antes del estreno de la película ‘El silencio de la ciudad blanca’, la película que se grabó esto bajo las órdenes del cineasta.