La actriz Belén Rueda recibió anoche el Gran Premio Honorífico en el Festival de Sitges. El premio fue entregado, para asombro del público, por el director Juan Antonio Bayona, con quien trabajó en «El Orfanato» (2007).
En la alfombra roja, Rueda sorprendía al público con un vestido rojo de Valenzuela Atelier y acompañada por su novio Javier Artime, siendo la primera vez que posan juntos.
La actriz madrileña acudió también a la gala de inauguración para presentar el cortometraje que protagoniza, La Inquilina, dirigido por Lucas Paulino y Ángel Torres.
Gracias al Festival de Sitges por este premio y, sobre todo, gracias a la vida porque nos hace volver a juntarnos otra vez.
La actriz recordaba las palabras que el director del festival, Ángel Sala, pronunció hace años: «Creo que vamos a poner tu cara en uno de los carteles, porque ya son varios años».
Para mi Sitges es un festival muy especial. Aquí se respira cine, se respira ilusión y se respira esperanza.
No quiso dejar de recalcar la importancia de este certamen para las nuevas generaciones de cineastas. «Sitges da la posibilidad de que proyectos que a lo mejor no se podían ver, le da voz, consigue que la gente sepa que existen» reconoció. Es actriz de diferentes géneros de películas como Mar Adentro (Alejandro Amenábar, 2004), El orfanato (Juan Antonio Bayona, 2007) o Perfectos desconocidos (Álex de la Iglesia, 2017), presentadora de televisión y con una amplia trayectoria profesional. Ante los medios, la actriz ha comparecido hoy comentando que, aunque estudió arquitectura, no cambiaría ninguna profesión por ser actriz, ya que para ella «poder trabajar en lo que te gusta y vivir de ello es un lujo«. Además, Rueda afirma que le gustaría dirigir alguna película pero todavía no. Sin embargo, le gustaría derivar hacia la producción ejecutiva «para poder dar salida a ideas o proyectos que me gustan«.