Es martes. Hora de la merienda. Estoy en Gurtubay, 8; Madrid. En un sitio que me encanta, ¿para qué os voy a engañar? El centro de imagen y estética Alexandra Arraez.
Qué calor hace hoy en Madrid. Entro al espacio y Jesús Reyes viene a mi encuentro. Él siempre tan antento. ¡Qué morena estás!; me dice. Pues no será de estar de vaciones; le digo yo entre risas. Saludo a mis compañeros de profesión y me siento mientras me sirven una botella bien fría de agua con gas. Echo un vistazo a mi alrededor. Me cobijan grandes mujeres: Ester y Alexandra, las fundadoras del centro de belleza, Carmen Lomana, Lola Ortiz, Paula Gómez, Montse Suárez, la miss Paquita, y la diseñadora Maya Hansen. Son empresarias, bellas, inteligentes y empoderadas. Son mujeres y han venido a hablar de estereotipos.
Siento gran aliento, y quizás algo de anhelo y esperanza cuando las escucho lanzar ‘El futuro es nuestro’. Lo hacen en más de una ocasión. Lo que hace que reflexione sobre su significado porque sí, el futuro es nuestro.
Hablan de moda, de sus carreras y de trabajo. A mí el trabajo me hace libre. Y con el tiempo, me he dado cuenta de que el peor estigma de una mujer es otro; asegura Montse. Dedican a esta idea varios pares de minutos. La conclusión a la que llegan es que la mayoría de las ofensas, insultos e impedimentos han venido precedidos por mujeres. ¿Por qué?; les pregunta Jesús Reyes. Complejos, envidia, puede que inseguridad; responde Lola Ortiz. Mencionan a las redes. Porque las redes últimamente están muy mal. Últimamente no se puede decir nada. Parece que te tienes que justificar por todo lo que te pones, dices o haces, ¿eso es libertad de expresión?; insiste la influencer.
Hablan de elegancia. Aunque no se llega a un consenso hasta el final de la charla. La elegancia es saber vestirte para cada ocasión; dice Carmen Lomana. Aprovecha para contar una de sus miles de anécdotas que a todo el mundo sorprende y divierte. Cuando fui de vacaciones a Venecia, me dieron las gracias por bajar a desayunar bien vestida. No obstante, cuando es mi turno, añado un matiz. Porque opiniones tenemos todos y es el siglo del ego. A pesar de que estoy de acuerdo contigo en que la elegancia tiene una parte esencial que se encuentra en la moda, creo que tiene más que ver con una cualidad física. Si una persona es vulgar, lo será desnuda y vestida. Y no lo digo yo ahora, lo dijo Karl Lagerfeld.
Maya Hansen parece estar de acuerdo conmigo, porque a la hora de hablar del mundo de la moda recuerda que, a pesar de ser un mundo donde todo el mundo es ‘muy creativo’, sigue estando liderado por hombres. Al contrario de lo que muchas (y muchos) opinan.
La conversación se anima a la hora de hablar sobre feminismo, belleza, inteligencia y hacerse respetar sin infundar miedo. Puede parecer complicado. Y de hecho lo es.
Porque ninguna de las presentes tiene una respuesta clara. Solo saben que, a base de esfuerzo y de lucha, conseguiremos superar los estereotipos. Y la guerra empieza por nosotras mismas.