Burnout es un término de la psicología laboral que ya forma parte de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para los más despistados que no han oido hablar nunca de Burnout o el “estar quemado” hoy os resolveremos alguna de las dudas más comunes. Empecemos con la definición ¿no? Según la definición clásica, el síndrome de Burnout consiste en un trastorno emocional provocado por el estrés laboral que puede desembocar en ansiedad o incluso en depresión.
Más al detalle, es un estado de agotamiento físico o mental que tiene importantes consecuencias en la autoestima. La persona pierde poco a poco el interés por las tareas y el sentido de responsabilidad. Sufre, además, cansancio emocional, despersonalización y una menor realización personal. De forma más clara, el síndrome sería la respuesta extrema al estrés crónico originado en el contexto laboral, organizacional y social. Además, tiene repercusiones en el resto de ámbitos de la vida de la persona.
Pero aunque no os lo creáis, el “estar quemado” por el trabajo es muy común entre los trabajadores. Antes de adentrarnos en los síntomas y causas por las que se produce este síndrome es importante recordar que no es lo mismo el estrés que el burnout, aunque si que están relacionados. Es evidente que todo el mundo ha sufrido alguna que otra vez un poco de estrés en algún momento de su vida ya que es un mecanismo que tiene el cuerpo para afrontar las adversidades. Pero no es un trastorno por sí solo.
Según los expertos, una persona puede sufrir Burnout si, por ejemplo, se identifica tanto con el trabajo que no consigue mantener el equilibrio entre su vida laboral y personal. Puede llegar a asumir tareas que no le corresponden, intentando estar siempre disponible. Siente poco o ningún control sobre su trabajo o nota que la tarea es especialmente monótona. La persona en cuestión puede tener expectativas laborales poco claras y no sentirse cómoda con su trabajo. La relación con el resto de compañeros se vuelve más tensa, se siente poco motivado, le cuesta ir a trabajar, está desilusionado o se siente menospreciado.
Estas características sobre el Burnout no son tan desconocidas para nosotros ¿verdad?, seguro que muchos os habéis sentido identificados con alguna de estas situaciones. En la actualidad este síndrome afecta a un gran porcentaje de personas trabajadoras en todo el mundo. Vivimos en una sociedad la cual se centra principalmente en las metas, los beneficios y resultados, dejando a un lado la salud mental y física de los trabajadores. Algo que debe cambiar. Por eso la OMS ha considerado incluir el Síndrome del trabajador como enfermedad en el ICD-11 (International Classification of Diseases 11th revision). De donde por cierto se ha eliminado la transexualidad de la lista de enfermedades mentales. Esta nueva clasificación entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
Todavía no hay un tratamiento cien por cien eficaz e internacional para tratar este síndrome, pero los expertos aconsejan: administrar los factores estresantes e identificar los síntomas para encontrar el equilibrio, antes de que sea demasiado tarde. Crear expectativas ajustadas a cada tarea, pensar en los aspectos agradables del puesto y conciliar razonablemente la vida laboral y el tiempo de ocio. Hay que saber separar los diferentes aspectos de nuestra vida. Buscar apoyo y colaboración puede ayudar a lidiar con el estrés y la sensación de agotamiento. Hablar sobre ello es primordial para descargar presiones. Hacer ejercicio ayuda a lidiar mejor con el estrés y a desconectar del trabajo. Pero lo más importante es hacer una evaluación honesta de las pasiones, intereses y habilidades para decidir si se debe considerar un trabajo alternativo.