El desfile de Chanel ha sido el encargado de abrir la última semana de la Paris Fashion Week. Las propuestas para la temporada Otoño-Invierno 2020-2021 eran las más esperadas por el público y, una vez más, la sucesora de Karl Lagerfeld no decepcionó.
Este año para la presentación, la directora creativa ha prescindido de las llamativas puestas en escena para apostar por una imagen más minimalista. Esto no significa que cayera en la sencillez y lo aburrido, sino que la energía y la libertad fueron los puntos clave de la puesta en escena donde reinaba el ‘romanticismo pero sin cursiladas’.
El blanco y negro en una línea en la que predomina el toque ochentero y el minimalismo mostraron la renovación que Viard ha hecho en la firma. Pero no solo los looks fueron los protagonistas, también lo hicieron los peinados.
La mayor parte de las modelos lucieron con el mismo look, propuesta sencilla e informal que recuerda a los años noventa: el semirecogido. Acompañado con complementos como lazos o pasadores, o simplemente con horquillas, dando lugar así a looks desenfadados y naturales en los cuales incluso dejaban algún que otro mechón suelto.
Esa simplicidad en los peinados fue la clave del éxito en esta ocasión. Además, es un recogido que se puede recrear en casa y es apto para el día a día, así como para ocasiones especiales acompañado de unos de los complementos que ya mencionamos.
Viard ha optado por fijarse en el mundo de la hípica para esta colección. Camisas de chorreras, faldas midi y con volantes, multitud de chaquetas y hasta casacas componían esos looks que dejaban a un lado el vestido. Añadimos además los conocidos crop tops, pichis, pantalones slouchy e incluso las típicas medias blancas que usábamos de pequeñas, pero en este caso con el logo de Chanel bordado.
Lo que nos deja claro la diseñadora es que la sencillez ha llegado para quedarse a Chanel.