En los tiempos que corren ser/estar feliz parece misión imposible. Pero siempre hay que ver el lado bueno de las cosas, o al menos intentarlo. Según la Real Academia de la Lengua Española, felicidad es “el estado de grata satisfacción espiritual y física”.
Por desgracia durante este año esa satisfacción ha menguado en cada uno, e incluso ha llegado a desaparecer. El estrés, la incertidumbre, la ansiedad y confinamiento nos ha trastocado todos los planes y proyectos, y también nuestra salud mental y bienestar.Hoy os proponemos cinco pequeños gestos que te ayudarán en este proceso. Cinco acciones sencillas que te harán ser más feliz.
Meditar
Puede que al principio cueste ver la relación entre la felicidad y la meditación. ¿Cómo respirar o cerrar los ojos me va a hacer más feliz? Meditar es pararse, reflexionar, ser consciente de uno mismo, de nuestra propia respiración.Y eso nos produce calma, tranquilidad, paz. En definitiva, la situación perfecta para estar/ser feliz (ahora es cuando el “estado de grata satisfacción espiritual” de la definición cobra sentido)
Bailar
Aquí podría venir hacer ejercicio en general. Pero es que bailar… Bailar sin pensar en nada más, disfrutando de la música y del ritmo, es algo que levanta el ánimo a cualquiera.Es al movernos y ponernos en acción cuando liberamos más endorfinas en nuestro cerebro. ¡Generando una sensación de completo bienestar!
Leer
A veces la felicidad viene al despejar la mente. Y no hay mejor forma de alejarse del mundo exterior que viajando a través de los libros.No todos los libros son capaces de sacarnos una sonrisa, pero al leer ocurre lo mismo que al meditar (salvando las distancias). Nos concentramos en el aquí y ahora, en el presente. Así entramos en un estado de calma, todo un ejercicio para el cerebro que nos ayuda a mejorar nuestro bienestar.
Estar con la familia
Y con familia nos referimos a todos los tipos: amigos, mascotas… en definitiva, la gente cercana, que nos quiere y queremos. ¡Cuantas veces nos ha alegrado la tarde, el día o la semana un simple café/cervezas con amigas o una comida familiar. Estar en nuestra zona de confort a veces es necesario, al menos para calmar los ánimos y recargar las energías.¡Por no hablar de las mascotas! Nuestras fieles compañeras con las que no puedes resistirte sacar una sonrisa.
Pasear
Pasear, sin rumbo. Por la naturaleza si es posible. La idea es desconectar, divagar y conectar con uno mismo. Sin prisas, sin horarios. Simplemente disfrutar del paisaje, de la brisa, del canto de los pajaritos.Y respirar. Respirar siendo consciente, calmando la mente. Alejando los problemas y miedos con cara suspiro.