Que nuestro cabello refleje un aspecto saludable depende de los hábitos que adoptemos en su cuidado. Muchas veces lo maltratamos inconscientemente porque creemos que dichos hábitos son los correctos pero, sin embargo, lo que estamos generando es el efecto contrario, en lugar de conseguir una melena bonita y abundante, hacemos que ésta se vuelva frágil y quebradiza, perdiendo fuerza y brillo natural y con tendencia a caerse, sin duda una de nuestras máximas preocupaciones.
Así que si quieres que tu pelo crezca sano y fuerte te recomendamos seguir estos sencillos consejos:
- No utilices agua caliente cuando laves tu cabello, ya que las altas temperaturas lo deshidratan, y hacen que éste pierda sus aceites esenciales y pueda llegar a caerse debido a que el poro se dilata. Por tanto emplea agua tibia, y finaliza el aclarado con agua fría para sellar la cutícula del cabello, aportarle brillo e impedir que se enrede.
- El uso excesivo del secador y las planchas maltratan tu cabello haciendo que éste pierda su cutícula protectora, resecando y debilitándose por completo. Utiliza siempre serums o protectores termicos para protegerlo.
- Nunca duermas con el pelo mojado, ya que la humedad retenida por largo tiempo en el cabello hace aumentar la porosidad capilar pudiendo llegar a provocar una molesta sensación de picazón, además de generar la aparición de la antiestética caspa.
- Una dieta inadecuada puede repercutir negativamente en salud de nuestro cabello, ya que si nuestro organismo no recibe la cantidad de nutrientes necesarios tales como vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales, colágeno y proteínas, nuestro pelo se volverá más quebradizo y con tendencia a caerse, de hecho este problema es muy frecuente en personas que padecen anorexia. Evita sobre todo el azúcar y los alimentos refinados y aumenta el consumo de pescado azul y de frutas y verduras.
- Fumar, como ya sabemos todos, es muy perjudicial para nuestra salud en general, y por supuesto es también nocivo para nuestra salud capilar tanto a nivel interno como externo. Las sustancias que contiene el tabaco como la nicotina, disminuyen la microcirculación sanguínea en el cuero cabelludo afectando al crecimiento de nuestro pelo, que exteriormente puede variar de tonalidad al amarillearse la hebra capilar por causa del humo.