El color es energía, por eso juega un papel fundamental en nuestra imagen. Acudimos al salón para que escoger el tono que mejor nos va según nuestras preferencias, pero también nuestro corte y nuestro color de piel. Así que una vez lo tenemos, haremos todo lo posible para vernos bien y mantenerlo con una alta vibración.
Cada color que llevamos, precisa de unos cuidados específicos, no es lo mismo un rubio que un cobrizo y tampoco que una melena canosa. Además, a eso le debemos añadir el estado en el que se encuentra nuestro pelo y sus características naturales. Por tanto, no existen soluciones universales y todo pasa por el diagnóstico particular. «Un pelo teñido siempre tiende a resecarse, ya que para que el color se fije, previamente se ha tenido que romper la capa externa de la fibra capilar, la cutícula. Así que el primer enemigo a vencer es la deshidratación para evitar que con los lavados el pelo se apague y el color se desvanezca. El cabello rizado, por naturaleza, también tiende a estar más seco, por tanto, si además, está teñido la necesidad de hidratación será aún mayor. Lo segundo a considerar es la protección, sobre todo de planchas y secadores», afirma Raquel Saiz de Salón Blue desde Torrelavega (Cantabria).
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Rubios en diferentes intensidades
Los rubios son nuestros favoritos en los salones, aunque es mucho más sensible ante la pérdida de color. No solo debemos introducir hábitos adecuados en nuestra rutina diaria, como la mascarilla, también debemos tener en cuenta cómo el sol, la contaminación o el agua de la ducha inciden en nuestro pelo. «Cuando teñimos, debemos abrir la cutícula del cabello, donde se conservan nutrientes y aceites que mantienen el pelo flexible y resistente. Por eso es tan importante reparar la hidratación y la nutrición perdida en todas las melenas teñidas, pero sobre todo en las rubias porque el deterioro es aún mayor. Utiliza champús específicos para rubios y evita aquellos que contengan sulfatos o siliconas que puedan resecarlo y aplacarlo. Una vez a la semana corrige el color con un champú morado. Si vives en una zona con un alto nivel de cloro en al agua, intenta compensarlo, el cloro tiñe de verde También aconsejo invertir en un buen producto, al final lo barato sale caro.», aconseja Raquel Saiz.
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Rojos y cobrizos
Las melenas teñidas en tonos cobrizos o rojos, también precisan de champús y acondicionadores para este color que no lo agredan. «Los cobrizos no se deterioran con la misma rapidez que otros tonos, aunque eso no significa que no debamos utilizar champús sin sulfatos y específicos para cabello teñido. El acondicionador también es fundamental, así como la mascarilla. En todos los casos, cuando vayamos a plancharnos el pelo o a exponernos al sol, es fundamental protegernos el pelo con un protector térmico para no agredirlo aún más.», indica Raquel Saiz.
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Castaños y chocolates
Los castaños y los chocolates, al ser más oscuros, requieren más brillo para que se vean muy bien. Esto los hace más luminosos, aunque es un tono que no precisa de tantos cuidados como los rubios. «El sol hace desvanecer los pigmentos teñidos antes que los naturales, así que protege el color, aplicando un espray protector y tras el lavado, con el pelo húmedo, aceite argán u oliva para que lo nutra y le de brillo de medios a puntas. Decide cada cuánto debes aplicarlo, según sea más seco o menos.», recomienda Raquel Saiz.
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Colores fantasía
Los colores extremos o fantasía como el rosa, el malva, el azul o el verde se han puesto muy de moda, pero como toda melena teñida requiere de atención para que no se vea apagada. «Para mantener el color, cómo realizamos el lavado es muy importante. Mejor evitar el agua demasiado caliente, ya que abre la fibra y la reseca ayudando a que el color se desprenda.
Como con cualquier cabello teñido, champú para color, acondicionador y mascarilla. Evitaremos lavarnos el pelo cada día, como sustituto del lavado, si fuera necesario, podríamos recurrir de vez en cuando a un champú en seco para que absorba la suciedad y la grasa. Y si necesitamos refrescar el color, un champú del mismo color, le devolverá la intensidad.», opina Raquel Saiz.
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Canas, plateados y blancos
Los cabellos canosos o aquellos teñidos de gris o blanco también necesitan cuidados específicos, empezando por el champú, siempre con ingredientes altamente hidratantes y antioxidantes y de vez en cuando incluyendo un champú en tonos azules o morados. «El pelo canoso o blanco tiende a amarillearse por la acción de los rayos solares, así que para prevenir que se afeen, deberemos utilizar varias veces al mes un champú con tonos azules o morados para que evite que eso suceda y que el gris o el blanco se mantengan brillantes. El champú morado corrige los tonos cálidos, aunque como con todo, no debemos excedernos con el uso de este tipo de productos. Si nos pasamos, podemos conseguir el efecto contrario, que el pelo se apague y oscurezca. Una manera de acertar es probar, empezando por utilizarlo una vez a la semana y ajustar así la frecuencia necesaria.», señala Raquel Saiz.