El concepto de armario cápsula surgió en los años 70 con la intención de crear un guardarropa versátil y atemporal, compuesto por una selección de prendas básicas a la que poder ir agregando piezas de temporada. Y aunque la premisa no ha cambiado, sí lo ha hecho el sector de la moda a raíz de la pandemia. Por esa razón, Billionhands explica cómo construir el perfecto armario cápsula aplicando todo lo aprendido en 2020. La plataforma online, que dispone de una sección de moda con millones de prendas y accesorios a precios diversos, responde al “qué me pongo” de la nueva normalidad en tres sencillos pasos.
Less is more: pocas prendas bien escogidas
El principal objetivo del método cápsula es superar el síndrome del armario lleno y nada que ponerse. Para lograrlo hay que reducir el número de prendas hasta quedarse con una selección de básicos que combine entre sí y permita vestirse a diario sin caer en la monotonía. No se trata solo de que el vestidor esté ordenado, sino que tenga la capacidad de dar respuesta a cualquier situación. Abrirlo y de un vistazo, crear el look idóneo para la ocasión.
“Lo ideal es un total de entre 30 y 40 prendas. Lo más importante es que sean funcionales y sienten como un guante. Por eso es fundamental optar por tonos neutros y acordes a nuestra colorimetría, balancear básicos con piezas más trendy y que todo sea fácil de llevar. La pandemia ha vuelto a dotar de significado la expresión less is more”, apunta Carlota Medina de Toro, Directora de Marketing y Comunicación de Billionhands.
Comfy first: tejidos fluidos y cortes holgados
Con el teletrabajo, la comodidad llegó al armario para quedarse. La nueva normalidad demanda estar tan confortable como en casa y a la vez, tan estiloso como en cualquier otro lugar. De este reclamo ha surgido un dress code a medio camino entre el hogar y la calle que, actualmente, ocupa un lugar preferente en las colecciones de moda. Atuendos relajados a la par que estéticos, los cuales funcionan en cualquier contexto.
“El armario cápsula de 2021 no reniega de unos vaqueros de cintura alta o un blazer. Pero a raíz de todo lo acontecido en este último año, se impone un estilo mucho más desenfadado. A la camiseta básica blanca o al LBD (Little Black Dress), ya de por sí cómodos, se suman otro tipo de prendas más alineadas con esta tendencia. Solo hay que ver el catálogo de las principales firmas para darse cuenta de los ‘nuevos esenciales’. Para este look homeoffice no pueden faltar los conjuntos deportivos de corte sastre o los jerséis tricotados”, señala Carlota Medina de Toro.
Upcycling: ropa con largo recorrido
El upcycling hace referencia a aprovechar lo que uno ya tiene de una manera creativa. Aunque aplicable a cualquier ámbito, esta tendencia ha despertado especial interés en el mundo de la moda. Y si en 2020 resonaba con fuerza, en 2021 promete consolidarse. Algo que condicionará la manera de comprar ropa, apostando por prendas moldeables.
“Esto casa perfectamente con el método del armario cápsula, porque los básicos admiten mejor los cambios. El proceso de revalorización de una prenda resulta más sencillo si hablamos de una camisa blanca o unos mom jeans. En realidad, cualquier prenda es susceptible de transformación, pero este ejercicio de Do It Yourself se simplifica”, concluye la responsable.