Con el calor nuestra piel tiende a sudar y crea un terrible efecto graso en nuestro maquillaje, lo que además puede resultar perjudicial para nuestra piel. Si prefieres seguir con el maquillaje diario, sin optar por un look de cara lavada, te compartimos algunos trucos que podrían ayudarte a conseguir un maquillaje perfecto sin importar la temperatura que haga en el exterior.
Lo primero y más importante es limpiar, hidratar y proteger el rostro. ¿Cuántas de nosotras renunciamos a la base de maquillaje para evitar los poros y los brillos en verano?
Por ello, el primer paso a seguir será limpiar e hidratar la piel antes de aplicar cualquier maquillaje. Con una piel equilibrada y perfectamente hidratada necesitaremos menos producto y el resultado será más natural y favorecedor. Lo único que necesitas es encontrar tu tratamiento ideal y aplicar primeramente el sérum seguido de contorno de ojos y finamente, la crema o fluido hidratante, masajeando con movimientos circulares. Es muy importante aplicar el factor solar a nuestra piel, úsalo después de la crema hidratante y antes de la base de maquillaje. Recuerda que en verano es más recomendable utilizar texturas ligeras y ricas en agua.
Di adiós a los brillos y a la piel grasa. Para evitar brillos y minimizar poros es recomendable aplicar menos cantidad de maquillaje. Los polvos de sol serán imprescindibles para unificar, matificar y potenciar el bronceado ya que aporta un acabado luminoso y natural.
Pasamos a las mejillas y es cierto que en verano nos arriesgamos más a utilizar tonos más ácidos y jugosos como rosados o corales. Es más, si ya estás un poco bronceada de los rayos del sol, tal vez sea el único producto que necesites.
El colorete se aplica justo encima de las mejillas para refrescar y aportar un mejor aspecto al rostro. El truco más sencillo es sonreír y poner el producto sobre las mejillas y difuminándolo hasta las sienes. Si además se quiere utilizar iluminador, es conveniente aplicarlo sobre la parte más alta del hueso del pómulo, en el lagrimal y debajo de las cejas, conseguirás elevar los pómulos y agrandar e iluminar la mirada.
Cuando aprieta el sol, los ojos son una de las peores zonas para llevar maquilladas. Aparecerán los típicos chorretones, picores, productos que se meten en los ojos… Por ello, para que la sombra de ojos tenga una mejor y más duradera adherencia es imprescindible aplicar una capa de corrector o pre base de ojos en el párpado móvil. De esta manera, conseguimos potenciar el color, la textura y la duración del producto que apliquemos.
Para acabar con nuestro look, no podemos olvidarnos de los labios. El truco infalible es aplicar polvos translúcidos después de maquillar los labios para sellar el pigmento. Para volver al tono natural del labial, vuelve a aplicarlo. Así conseguiremos que el labial se mantenga intacto a pesar de la humedad o el sudor.
Apuntados todos estos trucos, ahora solo te queda experimentarlos y atreverte con las tendencias ‘beauty’ que vienen pisando fuerte.