Parece que con el calor nos cuesta hacer todo el doble, ¿no creéis? Estamos más cansados, los horarios cambian y los planes también. Pero es importante que nos mantengamos activos, para que el sedentarismo no nos robe las vacaciones. Además, nos tenemos que quitar de la cabeza que con calor no se puede hacer nada ¡qué va! Como mucha gente dice, “el calor es algo mental”. Aunque yo no sea mucho de esa opinión, si que hay que tener en cuenta que podemos seguir con nuestro ritmo de vida, solo que con algunas precauciones y siguiendo algunos consejos.
Lo más importante es salir siempre de casa con una botella de agua, aunque sea pequeñita, en el bolso o en una bolsa accesorio. Hay que mantenerse hidratados en todo momento. No en todas las calles o esquinas podemos encontrar una fuente y si llevamos la botella ya desde nuestra casa, gastaremos menos plástico y dinero comprándolas en tiendas. Y si sois de los que os gusta ir siempre chic, podéis tener una cantimplora del estilo que más os guste. Las hay de todos los colores y formas, solo tenéis que elegir la que mejor vaya con vosotros.
La crema solar tiene que ser otro básico (y no solo en verano). Hay de muchos tipos: de spray, crema, transparentes, protectoras del agua o la arena, bronceadoras… y por supuesto con alta o baja protección (la diferencia entre ellas es que las de alta protección protegen por más tiempo). ¡Pueden formar parte de nuestra rutina de maquillaje como hidratante! El uso de crema solar nos ayuda a evitar las manchas, quemaduras solares, arrugas prematuras y lunares que pueden provocar los rayos ultravioleta si estamos expuestos de manera continuada a ellos.
Si tenemos que salir a hacer recados, mejor hacerlos pronto por la mañana, para que el calor no sea tan excesivo. ¡A quién madruga, Dios ayuda! A primera hora de la mañana o al última de la tarde suele siempre refrescar y es una maravillosa sensación notar la suave brisa. Esto también es importante para las más deportistas y amantes del ejercicio al aire libre.
Ya sabéis que lo recomendable es no exponerse al sol y al calor en las horas centrales del día. Y si tenemos que hacerlo, siempre bien preparadas con gorros, sombreros, pañuelos y/o gafas de sol,tenemos mil combinaciones de complementos con los que jugar y que marcarán la diferencia en nuestros looks estivales.
Personalmente, las comidas veraniegas son: ¡lo mejor del verano! Para evitar sentirnos pesados y cansados por nada, debemos seguir una dieta ligera, refrescante y nutritiva. Los platos a base de frutas y verduras de temporada nos ayudarán a reunir todos los nutrientes que necesitamos. Están riquísimas y así, además, reducimos la ingesta de grasas y proteínas como recomiendan los expertos.
Hasta aquí los consejos que os traemos desde Hoy Magazine para protegernos de las altas temperaturas y disfrutar al máximo de esta época del año. A modo de recordatorio, porque esto es lo que siempre nos han dicho (aunque no nos acordemos cuando debemos). Pero, si estamos preparado, ¡ni el calor puede pararnos!