’Ven, querida. Es una obra súper bonita, te va a encantar’. Eso fue lo que me dijo mi amiga Cecilia Gessa, de Gessas Producciones.
Y aquí estoy, he venido. Es el día del estreno, un domingo por la tarde en una sala de teatro alternativa del barrio de Carabanchel (Sala Tamabarana). Me he plantado en mis tacones y con la vena crítica por bandera.
El espacio es reducido, íntimo. La obra se retrasa cinco minutos y cuando todo comienza, la oscuridad se convierte en la reina del lugar. Lo primero que se siente es una voz rota, de Elena García, que acompaña a unos acordes y a una letra que te anticipa que nada de lo que vas a ver va a ser bonito. Llega el drama. Y nadie está lo suficientemente preparado.
Y yo me pregunto: ¿un tema que ya está tan manido y que no nos va a decir nada nuevo; una escenografía minimalista y austera; y tan solo tres personas en el escenario, descalzas y uniformizadas, puede realmente llegar a sorprender a alguien?
Y la respuesta es sí. Puede. Porque ‘Mi historia, nuestra historia’ es real. Real e intensa. Nada está sobreactuado y todo viene a cuento. ‘Te he mirado mucho durante la actuación y te he visto sufrir’; me decía una de las actrices al terminar la función. Esta obra de teatro es una interpretación exacta de lo que, por desgracia, cada día es más común en nuestra sociedad: el maltrato. Porque la violencia de género existe. Está ahí. Y puede que hoy sea esa chica del gimnasio a la que apenas miras durante la clase de zumba, pero mañana podrías ser tú.
‘Mi historia, nuestra historia’ expresa con total precisión todo el miedo, la frustración y el daño físico y psicológico que sufren muchas mujeres. Y la fecha del debut no podría venir más a cuento: con la llegada del Día Internacional de la Mujer y con las elecciones generales a la vuelta de la esquina.
Andrea Bastande y Lucía Serrano se prestan a mostrarnos la cruda realidad con una actuación digna de quien haya tenido el privilegio de ser testigo de la brillantez y de la credibilidad de la misma. ‘Todo el mundo necesita abrir los ojos’; me digo durante la función. Se perciben las horas de trabajo, la preparación y toda la dedicación y tiempo que han invertido. La obra cuenta con un guion muy dinámico, por bloques, en los que los efectos lumínicos y la música en directo acompasan las conversaciones, los sentimientos y la fortaleza y la brutalidad de los golpes secos. Todo encaja. La coordinación es excelente.
Y os confesaré algo: han conseguido que llore. Han conseguido que empatice y que me vea sumergida en una realidad paralela que, aunque sea ficticia, es fiel a la situación en la que subsisten muchas de nosotras. Si una obra consigue eso, hay que ir a verla. Porque su historia, también es nuestra historia.
Ficha técnica
Actrices: Lucía Serrano y Andrea Bastande.
Música en directo: Elena García.
Guion original de: Andrea Bastande.
Dirección de: Alba Llera.
Producción: Gessas Producciones.
Compañía: Compañía Abril.