La conocida frase “Menos es más” quizás sea el mejor ingrediente de la elegancia. La has escuchado cientos de veces y fue la que determinó la estética de la arquitectura contemporánea gracias a Mies Van Der Rohe, un arquitecto y diseñador industrial alemán. Además de, en arquitectura también es conocida en el mundo de la moda. La icónica diseñadora Coco Chanel ya lo decía: “Cada vez que vayas a salir de tu casa, mírate en el espejo y quítate un accesorio”.
El secreto del “menos es más” radica en no sobrecargar el look. Con ello queremos decir que, debemos elegir con cuidado lo que nos vamos a poner y los complementos que vamos a usar para no caer en un outfit excesivo o demasiado extravagante.
En muchos aspectos un menos no significa quedarnos cortos sino, más bien, dar algo en su justa medida o hacerlo en pequeñas dosis.
Vamos a ver algunos ejemplos prácticos donde es vital el uso del “menos es más”:
- Maquillaje. Mantener un buen equilibrio cuando nos maquillamos es fundamental. Por ejemplo, si queremos potenciar los labios usaremos un labial rojo o un color intenso pero en ese caso no debemos acentuar también los ojos. En el caso en el que queramos potenciar la mirada, podemos usar un maquillaje de ojos ahumados o algo similar, pero en ese caso debemos usar un labial nude o tono clarito. Con estos pequeños contrastes se alcanza la elegancia sin sobrecargar.
- Complementos. A la hora de complementar un look es mejor pecar de llevar poco complemento o ninguno a llevar todo lo que tienes encima. Este es un ejemplo de lo que NO debes hacer para no arruinar un buen look.
- Vestir con estampados. Es preferible crear énfasis en el look con una sola prenda que hacerlo con todas las piezas. Por ejemplo si utilizamos un pantalón estampado, sería mucho mejor y apropiado ponernos una camiseta o blusa con un color liso. De esta forma conseguimos un equilibrio perfecto en el outfit.
- Peinados. Ajustar el peinado con el look es clave para acertar. Depende de la imagen que queramos transmitir será más apropiado un peinado que otro. Por ejemplo: para una boda te podrías hacer un moño italiano o unas elaboradas ondas al agua y, sin embargo, no te harías unas coletas para ir a una importante entrevista de trabajo.
- Tendencias. Mucho cuidado con ellas. No intentes incluir en un mismo look todas las tendencias del momento…porque si no, en vez de ir “a la moda” irás hecha un desastre digno de circo. Las tendencias hay que usarlas bien, no se puede abusar de ellas ni incluirlas en nuestro armario si no concuerdan con nuestro estilo y forma de vida.
Siguiendo la regla del “menos es más” siempre acertaremos.