Habrás escuchado miles de veces la frase «detrás de cada hombre existe una gran mujer» pero, ¿te has parado a pensar si esta frase beneficia realmente a las mujeres? Hacemos una reflexión sobre este dicho y aportamos una nueva visión a su significado.
Si analizas nuestra forma de hablar durante 24 horas, podrás darte cuenta al cabo del día de que hemos cometido muchas erratas en el dialecto que utilizamos. Y… no. No hablamos de errores gramaticales, sino de género. Poco a poco se está implantado en la sociedad una forma de hablar más correcta y justa, que engloba realmente a todo el mundo, y no prescinde de ningún sector. Es probable que a medida que pase el tiempo, se profundice más en esta idea. Sin embargo, aún cometemos muchas faltas que, de no ser corregidas, podrían desembocar en muchos problemas sociales. Por ejemplo, una mujer seguirá viéndose como a un ser inferior (porque aún hay personas que lo ven así).
Ahora bien, con todas las correcciones que hemos realizado, seguimos utilizando la frase de que «detrás de cada hombre hay una gran mujer». ¿Realmente nos hacéis un favor con esta frase? Lo cierto es que no. Lo que viene a decir es que la cara visible, es la del género masculino y, por tanto, la mujer se mantiene detrás realizando todas las tareas o siendo la mente maestra de algún plan. Y si tenemos que ponernos a pensar, esta idea no queda muy atrás de la época en la que las mujeres escribían en medios públicos bajo el nombre de algún hombre. Pues, no estaba bien visto que una fémina tuviera pensamiento, opinión y fuera inteligente.
¿Una mujer se define como «esposa de»?
Con esto, volvemos a esas horribles terminaciones que muestran a la mujer como «esposa de», «novia de», o «hermana de». Por muy brillante que seas en tu trabajo, en tu campo de estudio o cualquier detreza que te caracterice, no te preocupes, que no servirá de nada. Todo lo que has conseguido se irá a la basura porque lo que importa es que seas la mujer de un hombre. Que, otra cosa que aún no se entiende muy bien, es el hecho de que tengamos que ser de alguien, pero ese es otro debate.
Un ejemplo muy claro, es el de Pilar Rubio, ésta es una mujer conocida por la mayoría de la nación, y desde que está casada con Sergio Ramos, se ha convertido en la gran mujer que toma decisiones a la sombra de él. De hecho, es una mujer maravilla que realiza con gran destreza retos en El Hormiguero que parecen imposibles a simple vista. El caso de Georgina es muy curioso, porque es cierto que su poder adquisitivo y la calidad de vida de la que goza ahora, es gracias a Cristiano. ¿Y qué? Son una pareja que ha decidido compartir sus bienes, como si es al revés, pero claro, eso haría ver al hombre como un «fracasado».
La idea es simple: equidad, igualdad y respeto. No solo hacia el género femenino, sino a cualquier género. Un ser humano antes de ser algo, es persona, tiene un nombre propio. No hemos estado luchando décadas contra la desigualdad para que en pleno siglo XXI aún tengamos que dar explicaciones de quiénes somos y de lo que hemos logrado. De hecho, los medios de comunicación han de ser los primeros en calibrar esta situación, y comenzar a llamar a cada cosa (o persona) por su nombre.