¿Has sentido alguna vez el vértigo de no ser dueño de tu vida? ¿De no tener un plan? ¿De ir improvisando entre situaciones surrealistas, miedos a darte a conocer, a decir lo que piensas o relaciones que no llevan a ninguna parte?
Aunque parezca sorprendente así comienza Dime que todo está bien, una comedia fresca, dinámica y optimista sobre el desamor, la incomunicación y otros pesimismos. Y es que hay veces que la risa es la mejor medicina, o la mejor forma de aceptar que sí, que a nosotros, los espectadores, nos surgen las mismas dudas que a los personajes de esta historia. Porque entre broma y carcajada se esconden tintes reflexivos sobre nosotros mismos y sobre lo poco que conocemos de la vida del resto.
https://www.instagram.com/p/CLMW9OKJWi6/
En 24 horas puede pasar cualquier cosa. Como cruzarte con decenas de desconocidos y aunque no lo parezca, cambiarles la vida. Con esta idea en mente nace la unión entre estos cinco personajes, como tú o como yo en una ciudad cualquiera. Personas que de una forma u otra van apareciendo en la vida del resto para ayudarles, a su modo, en sus momentos más bajos.
Así Elena, Mario, Sara, Lucía y Juan (Paloma Mariscal, Guillermo de los Santos, María Segalerva, Clara Galán y Marcos Orengo), aun con sus propios problemas, consiguen transmitir algo muy real. A veces el consuelo más profundo se encuentra gracias a verdaderos desconocidos.
Dime que todo está bien, una comedia fresca, dinámica y optimista sobre el desamor, la incomunicación y otros pesimismos
El Teatro Nueve Norte, aun siendo una sala modesta y pequeña cerca de Metro Noviciados, se convierte es un escenario dinámico, con una coreografía de personajes bien estudiada. Con diferentes juegos de luces que captan nuestra atención en distintos puntos. Todo un movimiento de la acción que da agilidad y frescura a Dime que todo está bien. Así una mesa y dos sillas se convierten en cafeterías, taxis, pisos y estudios de grabación de una forma muy original e ingeniosa.
https://www.instagram.com/p/CMC0g3yCQgH/
Después de 24 horas de momentos surrealistas, románticos, seductores y tristes, la vida de nuestros cinco protagonistas continúa, aunque nosotros no sepamos cómo (pero podemos intuirlo). Es por ello que al terminar la obra, nos quedamos con lo mucho y a la vez tan poco que nos han enseñado de su vida y sus relaciones. Con sus momentos dramáticos y cómicos, que de una manera ligera exponen los miedos detrás de nuestras apariencias.
En definitiva, Dime que todo está bien es esa comedia agridulce donde te ríes de la vida misma y al mismo tiempo reflexionas sobre la tuya propia. Porque, ¿has sentido alguna vez el vértigo de no ser dueño de tu vida?